A sus 77 años, Martin Scorsese, leyenda viva de Hollywood, competía en estos premios Oscar con su última producción, El irlandés, película en la que recorre medio siglo de la historia de Estados Unidos.
El prestigioso director se presentó elegantemente vestido al Dolby Theatre y compartió su entusiasmo en la alfombra roja por las distintas nominaciones que recibió su última realización. Sin embargo, a mitad de la ceremonia, las cámaras captaron al creador de Taxi Driver dormido en su butaca.
Lo más llamativo es que el realizador italoamericano fue sorprendido con los ojos cerrados en el precioso momento en que el teatro vivió uno de los momentos de mayor ebullición gracias al número musical protagonizado por Eminem. Luego de un montaje que destacaba la trascendencia de la música en el cine, el rapero presentó una actuación sorpresa con una interpretación del tema “Loose Yourself”, canción principal de la película 8 Mile.
Así, mientras la poderosa fuerza del vivo hizo saltar de sus asientos a una gran mayoría de las estrellas presentes, Scorsese luchaba contra el sueño intentando mantener los ojos abiertos, aunque sin aparente suerte. Subtitle Settings Font Font Size Font Edge Font Color Background
El emblemático director estaba dormido en el momento en que Eminen logró mover de sus asientos a varios de los presentes en el teatro
Para ese momento, su película ya había perdido en nueve de las diez nominaciones en las que competía. Y lo cierto es que Hollywood ha demorado años en reconocer el talento del director, quien ganó la estatuilla por primera vez en 2007 con El infiltrado, y nunca volvió a recibirla.
Sin embargo, en el último tramo de la ceremonia de este domingo para Scorsese sí llegó un especial reconocimiento por parte de sus colegas y compañeros de la industria, que lo aplaudieron de pie cuando el director Bon Joong Ho (ganador en mejor dirección por Parasite), le dedicó parte de su premio. “Cuando estaba en la escuela, estudiaba sus películas. Es un honor estar nominado con él, todavía no puedo creerlo”, dijo el realizador surcoreano, que también tuvo palabras de admiración para el resto de los grandes directores con los que competía.
Para ese momento, Scorsese ya se mostraba despierto y llegó a agradecer incluso gestualmente y con una sonrisa los efusivos aplausos que le dedicaron en la sala.