“La situación actual de la epidemia todavía es grave y compleja”, dijo ayer el presidente chino, Xi Jinping, respecto del avance del coronavirus.
En una videoconferencia con el primer ministro, Li Keqiang, y otros funcionarios a cargo de controlar el brote, Xi aseguró que la respuesta del régimen fue “pronta y efectiva”.
Sin hacer referencia a las acusaciones de que se está escondiendo el verdadero impacto de la epidemia, el líder pidió que se redoblen los esfuerzos para contener los contagios, revivir la industria y prevenir que la enfermedad obstaculice la siembra primaveral en los próximos meses. El brote ya alcanzó la cifra de 2442 muertos.
“La prevención y el control están en su estadio más crítico”, señaló, cauteloso, el líder comunista. “[Esta] es la emergencia sanitaria más grande, con la propagación más rápida, el más alto número de infecciones y la prevención más difícil en China desde la fundación de la Nueva China [la llegada del partido comunista al poder en 1949]”, agregó Xi, que aún no era presidente cuando el brote de SARS mató a más de 300 ciudadanos chinos entre 2002 y 2003.
Ahora, el régimen comunista debe balancear sus dos prioridades: contener el 2019-nCoV y revitalizar la economía nacional.
Desde fines de enero, las medidas impuestas para luchar contra el brote detuvieron la economía china casi por completo. A medida que la actividad vuelve a la normalidad, se espera que la recuperación sea rápida, si el virus está bajo control a fines de marzo. Sin embargo, nada podrá evitar que la producción disminuya hasta un 1% en el primer trimestre de 2020, respecto del último de 2019.
“Para nosotros, es una crisis y una gran prueba”, dijo Xi, y agregó que las áreas de bajo riesgo deberían apuntar a “restaurar completamente la producción”, mientras que las áreas de alto riesgo deberían seguir enfocadas en la prevención de la epidemia.
El presidente también habló de la necesidad de “desplegar fuerzas médicas” que bloqueen la fuente de las infecciones, especialmente en Pekín. Urgió también a resolver los problemas de “producción, circulación y suministro” que podrían obstaculizar el desarrollo de la siembra de primavera boreal.