Los cambios en las articulaciones y el aspecto físico, como así también la experiencia de dolor o cansancio que puede generar la artritis, puede interferir en la función sexual y la capacidad de disfrute del sexo.
Algunas personas pueden sentir que no son deseadas y desarrollar sentimientos negativos, manifestando depresión, ansiedad y hasta temor al rechazo. Los médicos aseguran que la clave se encuentra en el control de la progresión de la enfermedad y en la posibilidad de exteriorización de los miedos.
Quienes viven con artritis reumatoidea suelen manifestar dolor intenso e inflamación en las articulaciones durante las primeras horas de la mañana o luego de haber pasado varias horas en reposo. El alivio les llega con la práctica de educación física y el movimiento. Pero los pacientes también deben luchar contra la fatiga y la sensación de debilidad generalizada que suelen sentir.
Con un poco de paciencia y creatividad, hay varias formas de disfrutar nuevamente de las relaciones sexuales. Algunas recomendaciones, son:
– Hacer ejercicio físico dentro de las posibilidades.
– Ser realista en las limitaciones físicas.
– Trabajar en el bienestar psicológico y de la relación de la pareja.
– Fomentar una actitud positiva, también en la vida sexual.
– Poder comunicar a la pareja sexual
– Adaptar el estilo sexual a las propias capacidades, condición física y deseos