El coronavirus avanza sin fronteras y el mundo entero toma medidas para prevenir la enfermedad. Incluso la reina Isabel II, que cumplirá 94 años en menos de un mes, debió modificar su estilo de vida y refugiarse en el castillo Windsor dado la cantidad de personalidades que recibe en Buckingham.
No obstante, ahora se supo que un asistente del palacio dio positivo en el test de covid-19 y calculan que contrajo la enfermedad antes de que la monarca se aislase en su residencia privada.
Si bien no trascendió el grado de proximidad de ese asistente con la reina, sí se notificó que todo su entorno laboral fue aislado aislado. En Buckingham trabajan alrededor de 500 personas, entre funcionarios y contratados.
Ante el avance de la pandemia, y como medida de profilaxis, el jueves la reina dejó el palacio de Buckingham, en Londres, para instalarse en el castillo de Windsor, a las afueras de la capital británica.
La jefa de Estado británica tenía previsto establecerse en Windsor, ubicado en el condado de Berkshire (oeste de Londres), esta semana con motivo de su periodo de descanso de cara a la Semana Santa, pero, dada su edad y ante la extensión de coronavirus, se decidió adelantar su traslado.
Por ello fue conducida en automóvil desde el palacio hasta su residencia de fin de semana acompañada de sus perros corgis, Candy y Vulcan.
Además, tanto la reina como el primer ministro británico, Boris Johnson, optaron por mantener por teléfono sus contactos semanales, que normalmente tienen lugar los miércoles en el palacio de Buckingham.
El marido de Isabel II, el duque de Edimburgo, de 98 años, fue llevado en helicóptero al castillo de Windsor desde la residencia de Sandringham, al sureste de Inglaterra, donde descansaba en los últimos meses, para estar con la reina durante el descanso de Semana Santa.