Ahora hablamos con expertos acerca del panorama en Nicaragua, donde la oposición y el votante están plenamente limitados en sus derechos.
La opinión de los expertos
“Esto evidencia la falta de juego democrático en Nicaragua. Ortega comete un grave error. El aislamiento de Nicaragua lo ha provocado. Es un gobierno que no da espacios para ningún tipo de oposición. En América Latina no hay un referente igual”, explica Alberto Cortés Ramos.
“Espero que los países centroamericanos terminen de entender que no se puede permitir este giro dictatorial. Sí habrá un endurecimiento de la posición internacional”, dice el doctor Alberto Cortés Ramos.
“Desde el 2018 no hay inversiones en el país. Se construyen instituciones a la forma de Ortega, no hay institucionalidad”, explica Francisco Menéndez.
“Por tener un sultanato, Ortega ha creado un vínculo de lealtad personal de las autoridades. Ahora hay que lograr una presión social de los grupos que quieren un cambio. Suficiente presión para aceptar una mesa de negociación hacia la transición”, asegura Alberto Cortés Ramos.
“Hay que depurar la Policía y el Ejército debería de ser un actor clave para regresar al marco constitucional. Nadie piensa en una guerra. La sociedad quiere una salida política y democrática”.
“No hay una lucha entre sandinistas. Si bien es cierto que una parte de sandinismo está en contra de Ortega, hay una generación de gente joven que quiere vivir en una sociedad democrática”, dice el doctor Alberto Cortés Ramos.
“No veo otro país en América Latina con una deriva de autoritarismo como Nicaragua”.
“Hay comunicación en las cámaras empresariales de Centroamérica. Al final es falta de certeza jurídica, la que causa fuga de capitales. Esto es natural y espontáneo. Estamos en anuencia para presionar a nuestros gobiernos para posicionarnos”, dice Francisco Menéndez.
“Ningún país está vacunado para no tener un deterioro del Estado de Derecho y la involución democrática. Debemos hacer un esfuerzo para contener esto. La clave es que la institucionalidad tenga la capacidad para sostener”.
“Veo algunos síntomas preocupantes, y no excluyo a Costa Rica. Pero colocaría a Nicaragua en un sentido distinto. Lo que hay allí es una dictadura”, explica el doctor Alberto Cortés Ramos.
“Ortega se comporta como Somoza. Pero esto tarde o temprano va a estallar. Aumenta la volatilidad y termina teniendo un efecto en la economía”.
