El 2022 quedará marcado por el inicio de juicios que después de varios años de espera finalmente se dilucidaran si los implicados son culpables o inocentes. Dentro de estos, el futuro legal del ex presidente Otto Pérez Molina.
El nuevo año traerá consigo los nuevos intentos para que los Tribunales den inicio a una serie de juicios que desde hace varios meses están pendientes de resolverse.
El primero de estos está programado para el 10 de enero ante el Tribunal de Mayor Riesgo B, conocido como caso Cleopatra, en donde se pretende juzgar a la ex directora de la Policía Nacional Civil y ex viceministra de gobernación, Marlenne Blanco Lapola.
En este caso, el Ministerio Público la señala de haber dirigido una estructura que ejecuto de forma extrajudicial a 4 personas, hechos que además de quedar plasmados en grabaciones también quedaron en correos electrónicos. Este juicio tiene al menos 2 años de atraso.
El segundo caso, también a cargo del Tribunal de Mayor Riesgo B, esta programa para el 17 de enero, siendo este el inicio del debate por el caso La Línea, en donde se procesan a 32 personas incluido el ex binomio presidencial conformado por Otto Pérez Molina y la ex vicepresidenta Roxana Baldetti.
El caso de supuesta defraudación tributaria, se ha atrasado por más de 2 años y tras resolverse las recusaciones pendientes se tiene previsto que sea el 2022 el año para finalizar este proceso y determinar quienes son culpables o inocentes de estos hechos.
El tercero de los juicios programadas para este 2022 este el del caso Hogar Seguro, el cual esta para el 29 de marzo ante el Tribunal Séptimo de Sentencia Penal.
en este caso se tiene previsto procesar a las 3 ex autoridades de la Secretaria de Bienestar Social que se encuentra implicados en el caso los presuntos malos tratos y el incendio registrado en la casa hogar Virgen de la Asunción el 8 de marzo de 2017 donde murieron 41 menores de edad.
Si no existen recursos pendientes a resolver, los juicios darían inicio en las fechas estipuladas por los tribunales para así solventar la situación de los sindicados que en su mayoría mantienen medidas sustitutivas mientras esperan las resoluciones.
