La construcción vertical en la Ciudad de Guatemala e incluso en varios departamentos, ayuda a la reactivación económica y se consolida como una opción real para el desarrollo de vivienda y comercios.
Las ventajas espaciales de la construcción vertical
Según la Cámara Guatemalteca de la Construcción, de 2015 a 2017, la construcción vertical empezaba a mostrar los primeros proyectos reales en la metrópoli que se estima para 2032, albergará a 3.6 millones de habitantes.
Expertos ven a la construcción vertical como necesaria en la Ciudad de Guatemala, debido a la falta de tierras en zonas céntricas y por la demanda de espacios para oficinas, vivienda y comercio.
Se estima que las zonas con más auge en desarrollo habitacional son las zonas 10, 12, 14, 15 y 16; mientras que tienen potencial para el impulso en la construcción, las zonas 2, 4, 6, 11 y 18.
Cifras dan cuenta que de 2012 al 2021 se construyeron 540 proyectos, de los cuales 278 fueron para uso residencial, 235 para no residencial, y 27 para uso mixto.
Necesidad de acercar actividades
La necesidad de vivir en áreas cercanas a lugares de trabajo, centros de estudios, oficinas y clínicas médicas, ya es una tendencia que comienza a notarse en la construcción vertical de la capital guatemalteca.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística (INE), el interior del país también mostró un crecimiento promedio del 2013 al 2020, con Santa Rosa y Huehuetenango como los principales departamentos con mayor auge en el desarrollo de la construcción de vivienda.
Esto demuestra que de los 17 sectores de la economía guatemalteca, el de la construcción, es el que reporta mayor crecimiento.
Generación de empleos directos e indirectos
Según expertos, en el lapso de una edificación vertical de 14 niveles, con 99 apartamentos, se generarán 1,500 empleos directos y 3,000 indirectos.
Con esto, significa que la cadena de desarrollo impacta directamente en el sector empleo.
Pese a la pandemia que golpeó fuertemente al sector construcción en Centroamérica, la construcción en Guatemala se consolida como una esperanza de reactivación económica y social.
Esto se demuestra en los proyectos de interés público y privado que conocen las necesidades de los consumidores que están cambiando su forma de habitación.
Por ello, los datos demuestran que la construcción vertical transforma a un país para ser más edificado, además de ser una propuesta que ofrece desarrollo de oficinas, comercios y viviendas; y coloca al país como un lugar en donde vale la pena invertir.
