Rusia lanzó su invasión hace exactamente seis meses, bombardeando ciudades ucranianas, matando e hiriendo a miles de civiles y amenazando la seguridad nuclear. El impacto de la guerra también ha provocado que los precios mundiales de los alimentos, los fertilizantes y la energía se disparen. El Programa Mundial de Alimentos dice que 47 millones de personas más padecen hambre aguda debido al efecto dominó de la guerra.
Antes de la guerra, el sector agrícola de Ucrania producía suficientes alimentos para alimentar a 400 millones de personas en todo el mundo. Desde febrero, más de 20 millones de toneladas métricas de grano han quedado varadas en silos y en barcos bloqueados por Rusia en el Mar Negro.
Un acuerdo firmado en Estambul el mes pasado ha permitido cierto alivio, con casi 770.000 toneladas métricas de granos y otros productos alimenticios que han zarpado desde tres puertos ucranianos, pero es solo una pequeña fracción de lo que se necesita para llegar al mercado internacional.
Al borde de la catástrofe
El presidente ucraniano también advirtió que “Rusia ha puesto al mundo al borde de una catástrofe de radiación”.
Hablando del área dentro y alrededor de la enorme planta de energía nuclear de Zaporizhzhia, que está bajo control ruso y ha sido blanco de bombardeos en las últimas semanas, Zelenskyy dijo que los rusos han convertido el área en una zona de guerra.
El enviado de Rusia, Vassily Nebenzia, culpó a Ucrania y dijo que es “el bombardeo en curso de Kiev de la planta de energía nuclear de Zaporizhzhia lo que está poniendo a Europa al borde de una catástrofe nuclear”.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, propuso una zona desmilitarizada alrededor de la planta, pero Rusia rechazó la idea.
Rusia comenzó su guerra en Ucrania en 2014, apoderándose de partes de habla rusa del este del país conocidas como Donbas y anexando la península de Crimea en un referéndum falso. La mediación internacional de Alemania y Francia con Rusia y Ucrania a través del formato de Normandía, y una serie de acuerdos que buscaban resolver la crisis conocidos como los acuerdos de Minsk, no lograron resolver la crisis.
Casi todos los miembros del consejo reiteraron su solidaridad con el pueblo de Ucrania y pidieron a Rusia que se retire por completo del territorio de Ucrania reconocido internacionalmente.
La ONU ha advertido que los juicios potenciales podrían constituir crímenes de guerra, ya que están fuera de las protecciones otorgadas a los prisioneros según el derecho internacional.
Seis meses después de la invasión de Rusia, las Naciones Unidas dicen que al menos 17,7 millones de personas, o el 40% de la población de Ucrania, necesitan asistencia humanitaria, incluidos 3,3 millones de niños. Otros 6,7 millones de personas han huido del país, la mayoría mujeres y niños.
Fuente: VOA