Este domingo se realizaron las votaciones para elegir a las autoridades de las 153 alcaldías de Nicaragua. Los comicios estuvieron marcados por reducciones en las campañas electorales, y la falta de una oposición creíble. Se estima que la abstención rondó el 82%.
Las elecciones municipales en Nicaragua concluyeron el domingo, tras una jornada electoral con poca afluencia de votantes y cuestionada por denuncias de arrestos de opositores y otros hechos de violencia política.
Los 3.106 centros de votación instalados para el sufragio de unos 3,7 millones de nicaragüenses mayores de 16 años y responsables de elegir a 153 alcaldes, 153 vicealcaldes y más de 6.000 concejales cerraron a las 18:00 locales (00:00 GMT del lunes).
En una primera evaluación de la jornada, el observatorio independiente Urnas Abiertas señaló que los comicios se realizaron “bajo un control absoluto” del gobernante Frente Sandinista en los territorios, donde las personas estuvieron “vigiladas por el oficialismo cuadra a cuadra” para obligarlas a votar o para asediarlas en caso de ser opositores.
Según el informe, los trabajadores del Estado fueron “presionados” a votar y en el 63% de los centros de sufragio observados “se comprobó la instalación de puestos de control” y vigilancia por parte de operadores políticos sandinistas, para saber quiénes acudían a votar y quiénes no.
Fuente: VOA