700 personas viven abordo de vagones en Iskenderun

Las montañas Nur se alzan sobre la estación de tren de Iskenderun, un imponente recordatorio de las fuerzas tectónicas que devastaron este rincón de Turquía y Siria hace poco más de dos meses.

Si bien el servicio ferroviario regular aún recorre la estación, dos de las vías están ocupadas por vagones dormitorio. Los vagones aluden a la aventura y la evasión pero estos trenes nocturnos no van a ninguna parte. Los pasajeros son personas sin hogar, sobrevivientes del terremoto de febrero que dejó sus casas o departamentos dañados o destruidos.

Unas 700 personas viven a bordo de los estrechos vagones. Entre ellos se encuentra Sevil Uygur, de unos 70 años.

Redacción: Renato Martínez

Alessandro Guirola

Alessandro Guirola

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