Italia es uno de los principales destinos que miles de turistas eligen al año para pasar sus vacaciones y este año no es la excepción. Desde ya la nación europea está recibiendo una gran cantidad de personas que buscan visitar sus principales destinos y festividades. Es por esto que las autoridades italianas han implementado una serie de normativas para regular la presencia del turismo. De acuerdo con el Ministerio de Turismo de Italia, un promedio de 13 millones de italianos se movilizaron por el país el pasado 15 de agosto debido a la celebración conjunta de Ferragosto y por la fiesta católica de la Asunción de María.
A esto se le agregan los millones de turistas que visitan la nación europea desde el extranjero durante estas fechas. Es por eso que las autoridades han recurrido a nuevas normas y tecnologías con el objetivo de regular las actividades, mal comportamiento y los accidentes desafortunados que puedan llevarse a cabo por medio de los visitantes. Algunas de estas medidas han sido aplicadas en las varias playas populares, en donde ahora solo se permitirá el ingreso mediante una reserva por una aplicación. Esta iniciativa busca mantener un mayor control sobre las multitudes que buscan darse un baño, tomar el sol o pasar el día en las aglomeradas playas italianas. Así mismo, varios medios de comunicación italianos han informado que durante los próximos días se prohibirán los plásticos, el tabaco e incluso en ciertos casos el uso de toallas y sillas en la arena.
A continuación presentamos algunos de las nuevas medidas implementadas:
Varias de las nuevas reglas han sido creadas para aplicarse en las costas italianas. Por ejemplo, en la isla de Cerdeña tras registrar un récord de turismo que visitó la localidad durante el verano, se prohibió que las personas utilicen rocas para anclar las sombrillas. Respecto a esto, los ayuntamientos de Santa Teresa di Gallura y Sant’Antioco informaron que la multa por no obedecer esta regla es de 500 euros. Además, el alcalde de Olbia en Cerdeña, implementó varias prohibiciones donde se incluyen el nadar de noche, el realizar campamentos en la playa, las fogatas, el utilizar sillas o toallas en horarios nocturnos y un horario límite para escuchar música.
En ciudades como Florencia, Roma y Venecia se instalaron semáforos provisionales que buscan mantener un mayor control sobre la gran afluencia peatonal que mantienen y para restringir que la gente se tome fotografías y bloquee la circulación vial. Así mismo, en la Costa Amalfitana, se regulará la cantidad de vehículos que circulen por el área durante las horas de mayor afluencia.
Por otra parte, en la isla de Capri se cobrará el doble de la tasa de aterrizaje habitual. En algunas partes de la montaña de la región de Trentino, se emplean monitores con el objetivo de controlar el flujo de los excursionistas. Además se informó que se cerrarán aquellos senderos que se encuentren muy concurridos. El pasado miércoles 14 de agosto, el consejero regional de Turismo, Augusto Sartori comunicó que la ocupación hotelera en la costa mediterránea del noreste de Liguria es del 99% y que la región ya había agotado todas sus plazas para quienes buscaban experimentar la celebración del Ferragosto.
Cabe resaltar que los visitantes no solo ingresarán por vías aéreas o terrestres, de acuerdo con el sector italiano del turismo por cruceros, se calcula que más de 65,000 pasajeros visitarán diversos puntos en Génova. Además, otros 59,000 cruceristas llegarán a la ciudad de Civitavecchia. En Nápoles se espera que unas 45,000 personas desembarquen y en Bari unas 25,000. El Ministro de Turismo Italiano, Daniele Santache, catalogó como una “blasfemia” este fenómeno del turismo excesivo. Santache dijo al diario La Nazione en la Toscana “Para mí, el sobreturismo es una blasfemia; el problema es gestionarlo y gobernarlo, como hemos empezado a hacer desde que estamos en el Gobierno”. El ministro agregó “También estamos preparando el terreno para futuros retos, desde Milán-Cortina (Juegos Olímpicos de Invierno de 2026) hasta el Jubileo (una fiesta religiosa que se celebrará en Roma en 2025), que será una oportunidad para dar a conocer realidades menos difundidas, construir ofertas turísticas diversificadas y valorizar nuestros maravillosos pueblos”.