El presidente de la Corte Suprema de Justicia, Óscar Cruz, cerró abruptamente la sesión del pleno del 9 de octubre debido a tensiones con magistrados salientes.

El miércoles 9 de octubre, la Corte Suprema de Justicia (CSJ) vivió una jornada marcada por la tensión, que culminó con la decisión del presidente del Organismo Judicial (OJ), Óscar Cruz, de dar por finalizada la sesión de pleno. En un comunicado publicado en sus redes sociales, Cruz informó que su decisión fue motivada por “inconvenientes” registrados durante la sesión y en resguardo de su integridad física.

“A la población informo que, debido a los inconvenientes registrados el día de hoy en la sesión del pleno de la Corte Suprema de Justicia, y por resguardo de mi integridad física, decidí dar por finalizada dicha sesión”, expresó Cruz. En su mensaje, también destacó que dejó constancia de los incidentes en un acta notarial para efectos jurídicos.

La situación se intensificó tras un comunicado emitido por 12 magistrados de la CSJ, quienes desmintieron las declaraciones de Cruz, alegando que sus afirmaciones estaban

“alejadas de la verdad” en relación con la continuidad de Fredy Orellana en el Juzgado Séptimo Penal y otros jueces. Estos magistrados explicaron que la CSJ había aprobado, por mayoría, el nombramiento de Orellana para un nuevo período, tras recibir los resultados de su evaluación de desempeño realizada por el Consejo de la Carrera Judicial (CCJ).

Los magistrados señalaron que este asunto había sido discutido en el pleno el 21 de agosto de 2024, y que Cruz había ratificado la decisión en esa ocasión sin expresar un voto razonado.

La discusión dejó claro que, a pesar de la decisión de Cruz de cerrar la sesión, los magistrados continuaron deliberando sobre los temas pendientes, lo que llevó a Cruz a presentar una declaración jurada, indicando que no se responsabilizaba de las decisiones tomadas sin su presencia después de la conclusión de la sesión a las 12:35 p.m.