Otro día, otra nueva crisis en Barcelona.
El club catalán fue sorprendido por el Athletic de Bilbao en los cuartos de final de la Copa del Rey el jueves, siendo eliminado por el ganador del tiempo de detención de Iñaki Williams en el San Mamés.
La derrota sigue a la guerra de palabras pública de Lionel Messi con el director deportivo y ex compañero de equipo Eric Abidal, lo que obligó al presidente del club, Josep Bartomeu, a solicitar una reunión de emergencia con la pareja el miércoles por la noche.
Messi se enfureció ante la acusación de Abidal de que los jugadores habían derribado herramientas para que el ex manager Ernesto Valverde fuera despedido. ¿Su respuesta? Para nombrar a los jugadores o estar en silencio.
Según los informes en España, el argentino tiene una cláusula en su contrato, que se agota en 2021, que le permite salir de Barcelona de forma gratuita este verano, siempre que informe al club en mayo.
Muy raramente, el hombre de 32 años expresa sus quejas en público; sentía como si los comentarios de Abidal fueran la gota que colmó el vaso.
El lateral completo del Barcelona, Jordi Alba, salió en defensa de su capitán tras la sorprendente derrota ante Bilbao.
Durante años, Messi, considerado por muchos como el mejor de todos los tiempos, ha sido el pegamento que ha mantenido un Barcelona en ruinas, tanto en el campo como en la sala de juntas.
Sus momentos geniales consistentes y ganadores de partidos se han empapelado sobre grietas que se han ido profundizando constantemente durante varias temporadas.
En el campo, se han gastado alrededor de mil millones de dólares desde la salida de Neymar a Paris Saint-Germain en 2017 y varios fichajes de alto dinero y alto perfil no han dejado huella.
*Con información de CNN
