Bernie Sanders arrasa en Nevada y enciende la alarma en el establishment demócrata

El senador socialista Bernie Sanders logró ayer una demoledora victoria en la asamblea partidista de Nevada y tomó impulso para ganar la candidatura presidencial demócrata, un escenario que puso en vilo a los aspirantes moderados y a la tradicional maquinaria electoral del partido.

Tras ganar la semana pasada en las primarias de New Hampshire, el senador de Vermont venció por segunda vez con una contundente victoria en Nevada, el primer estado con una diversidad racial considerable que vota. En la primera votación, en Iowa, prácticamente empató por el primer puesto.

Sanders obtuvo el 46% de los votos, seguido por el exvicepresidente Joe Biden, que con un 19% logró insuflar un poco de oxígeno a su maltrecha campaña. Pete Buttigieg, el exalcalde de South Bend, Indiana, se ubicó tercero, con el 15,3%, seguido por las senadoras Elizabeth Warren y Amy Klobuchar, con 10,1% y 4,8%, respectivamente. Los resultados reflejan lo que dicen las encuestas a nivel nacional, que ponen a Sanders a la cabeza, con un 28%, doce puntos por arriba de Biden

Las perspectivas del exvicepresidente, que alguna vez fueron firmes, se desvanecieron bruscamente durante las últimas semanas, pero el domingo por la madrugada dijo que se sentía “realmente bien” por su segundo lugar en Nevada. Su equipo confía en una buena actuación en Carolina del Sur, donde Biden cuenta con el apoyo de un electorado demócrata de mayoría negra. “Estamos vivos y vamos a ganar”, dijo el candidato, que viene de pésimos resultados en las dos primeras asambleas, a diferencia de Sanders.

Después del virtual empate por el primer lugar en Iowa con Buttigieg y de vencer en New Hampshire, la abrumadora victoria del senador socialista en Nevada lo coloca como favorito, al menos por ahora.

El triunfo de Sanders se vuelve aún más significativo cuando se tiene en cuenta que los votantes son mucho más diversos en Nevada. “Construimos una coalición multigeneracional, multirracial, que no solo va a ganar en Nevada, sino que va a extenderse a todo el país”, dijo el candidato a sus seguidores el sábado en San Antonio, Texas, uno de los 14 estados que votará el 3 de marzo en el “supermartes”.

En efecto, Sanders dominó el voto latino y fue el segundo después de Biden entre los votantes negros. Además ganó el apoyo de hombres y mujeres menores de 65, con y sin título universitario, y superó a Biden entre los votantes cuya prioridad es que la nominación se la lleve un candidato capaz de derrotar al presidente Donald Trump en noviembre. Este último, por su parte, no parece muy preocupado al respecto. “Felicitaciones, Bernie, y no dejes que te lo roben”, tuiteó el mandatario.

Sería sorprendente si Sanders logra replicar tamaña victoria en los comicios de Carolina del Sur, donde Biden lidera las encuestas. Sin embargo, el senador podría volverse imparable si consigue suficientes delegados en el “supermartes”, donde se juegan un tercio de los representantes, entre ellos, los de las ultradiversas California y Texas.

Varios demócratas consideran que Sanders sería un candidato fácil de derrotar para Trump y que podría hacer peligrar la mayoría demócrata en la Cámara baja. Pero los resultados de Nevada parecen indicar que, a diferencia de lo que creía el establishment demócrata, Sanders podría lograr reunir votos progresistas y moderados -mucho más allá de su círculo predilecto de votantes de izquierda- con su mensaje de justicia socioeconómica y su promesa de cobertura médica universal.

“Los moderados tienen que consolidarse o mirar cómo Bernie se escapa con la nominación”, dijo Maria Cardona, una estratega demócrata que considera que el voto anti-Sanders está repartido entre varios candidatos. “Es hora de tomar decisiones o soportar el resultado”, agregó.

Sin embargo, ninguno de los candidatos parece estar dispuesto a ser el primero en abandonar las esperanzas y el único que podría influenciarlos significativamente, el expresidente Barack Obama, prometió permanecer absolutamente al margen de las primarias.

Buttigieg, que cuestionó la fiabilidad de los resultados de Nevada, señaló los riesgos de nominar al veterano senador: “El senador Sanders cree en una revolución ideológica inflexible que excluye a la mayoría de los demócratas, ni hablar de la mayoría de los americanos”, advirtió el joven candidato.

Agencias AFP, AP y Reuters

Archivo CA

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