Caso Tamaulipas: cronología de una tragedia migrante

Para que entre en contexto hoy deseamos hablar de los hechos que originaron la masacre en Tamaulipas y el seguimiento de las autoridades mexicanas y guatemaltecas.

El 22 de enero de 2021, las autoridades mexicanas recibieron el aviso de parte de pobladores de Santa Anita Camargo, Tamaulipas, México, que en uno de los caminos de terracería habían dos vehículos calcinados con cuerpos en su interior.

Al llegar todos los equipos forenses, de la Fiscalía General, entre otras, hallaron 19 cuerpos dentro de los vehículos. Posteriormente se supo que la mayoría eran originarios de Comitancillo, San Marcos.

16 migrantes guatemaltecos fueron masacrados en Carmargo, Tamaulipas, mientras viajaban con rumbo a Estados Unidos, para cumplir con el Sueño Americano. En el lugar también murieron otras tres personas mexicanas, que se supone llevaban al grupo de migrantes.

La investigación del caso determinó que 12 agentes de la Policía del Estado estuvieron involucrados en la masacre de los guatemaltecos y por eso siguen en proceso judicial.

Según medios de comunicación, la evidencia presentada por los fiscales del caso mostró un panorama escalofriante, pues los migrantes intentaban desesperadamente escapar mientras un convoy de policías los perseguía, les disparaban una gran cantidad de balas y luego les prendían fuego.

A días de cumplirse el primer aniversario de la masacre de Camargo Tamaulipas, que enlutó a 16 familias de migrantes guatemaltecos en San Marcos,  La Fiscalía contra el Tráfico Ilícito de Migrantes del Ministerio Púbico y la Policía Nacional Civil llevaron llevan a cabo 19 allanamientos en Comitancillo, San Marcos,  este viernes 28 de enero.

Con el objetivo de desarticular una banda de coyotes sindicados de trasladar ilegalmente a los 15 guatemaltecos que fueron masacrados en Camargo, Tamaulipas, México, el 22 de enero de 2021.

Según informó el MP, las 19 diligencias son para ejecutar órdenes de captura y desarticular a una estructura criminal, la cual presuntamente habría sido responsable de traficar ilegalmente a un grupo de 15 guatemaltecos asesinados en Camargo, Tamaulipas.

El pasado 21 de enero se celebró el primer aniversario del hecho violento en el que los guatemaltecos fallecieron en México, mientras la Pastoral de Movilidad Humana recordó el camino de los connacionales que siguen transitando a través de las fronteras con el sueño de mandar remesas a su familia; algunos por salud, por una casa o para que la familia tenga que comer.

En el documento, la Pastoral mencionó que la justicia aún no llega a todos los responsables, pues se vincula solamente a los autores materiales, mientras se continúa encubriendo a los intelectuales.

A la vez, añadieron que los gobiernos de los países de origen de los migrantes irónicamente culpan solo a los traficantes de personas por el fenómeno migratorio, pero ocultan irresponsablemente que el verdadero origen de la migración es su incapacidad de generar condiciones favorables.

Por su parte la justicia mexicana no avanza en el proceso judicial en el que están señalados 12 policías estatales, sostienen las familias, según representantes de la Red Jesuita con Migrantes, que los ha acompañado durante estos 12 meses.

Además, medios mexicanos han recogido contradicciones en los testimonios de los agentes, a pesar de que el 25 de febrero del año pasado, les fue revelado a un grupo de diputados guatemaltecos que viajó a México que los 12 policías estatales habrían confesado el crimen.

Las audiencias se han aplazado a solicitud de la defensa, mientras la Fiscalía, al parecer, cuenta con contundentes pruebas que implicarían a los señalados.

Los investigadores creen que fueron asesinados como parte de una guerra territorial entre pandillas que controlan las rutas del tráfico de personas. Doce policías mexicanos han sido arrestados en conexión con los asesinatos.

Para el mes de marzo unas 1.500 personas se congregaron en la localidad de Comitancillo, Guatemala, en un  fin de semana para recordar a 16 migrantes que fueron brutalmente asesinados en enero. Sus cuerpos fueron llevados en avión desde México a Guatemala, siete semanas después de que fueran encontrados en un camión cerca de la frontera entre México y Estados Unidos.

El evento se daba pocas horas después de que los restos de las víctimas fueran repatriadas desde México. Del avión descendieron, uno por uno, los féretros de los migrantes para ser entregados a dos representantes de cada familia, quienes los esperaban con fotos de las víctimas y coronas de flores para celebrar una ceremonia de homenaje.

En ese momento el presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, les prometió una investigación que llegaría hasta las “últimas consecuencias” para encontrar a los culpables del crimen.

Por Renato Martínez

Archivo CA

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