La Conferencia Episcopal de Guatemala indica que la destitución del jefe de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI), Juan Francisco Sandoval, podría aumentar el nivel de conflictividad al ser una acción ilegal y arbitraria.
En un comunicado los obispos destacan que “nada hay más peligroso para la institucionalidad del país que las mafias enquistadas en el Estado”.
Los obispos indican que “quienes se han alegrado ante la destitución es porque se sienten seguros y cómodos cuando el régimen de impunidad se consolida”.
El episcopado destaca que el proceso de administración de justicia en Guatemala tiene graves falencias, aunque en los últimos años se había logrado investigar hechos que anteriormente gozaban de total impunidad, “generando esperanza en la ciudadanía”.
Cita a “connotados hombres y mujeres de derecho” quienes han calificado la destitución como ilegal y arbitraria
“Recogemos el clamor ciudadano al percibir que este hecho significa un evidente retroceso en la lucha por un eficiente combate a la corrupción e impunidad, que tanto daño han hecho para el desarrollo integral del país”, enfatiza el episcopado.
Lamenta el daño irreparable al país, pues no solo se detiene la resolución de casos importantes de corrupción todavía en curso, sino que se pierde nuevamente la credibilidad del Ministerio Público.
Uno de los puntos importante del texto, es señalar que la decisión aumentará la indignación y protestas y con el nivel de conflictividad, se “complicará más el ya deficiente manejo de la pandemia y el tortuoso proceso de vacunación”.
Finaliza exhortando a los operadores de justicia a enfocarse en la búsqueda de justicia, en construcción de la paz, a “ser valientes en reconocer sus errores y a no perder el horizonte del bien común como expresión máxima del sentido del Estado de Guatemala”.
