Luego de elevar el número de muertos a más de 1600 a causa del coronavirus, autoridades chinas aseguraron que el número de nuevos casos disminuyó por tercer día consecutivo.
Un alto responsable del país asiático dijo que comenzaron a controlar la epidemia, después de que el virus se cobrara la primera víctima fuera del continente. Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que era “imposible” predecir cómo evolucionará el brote.
Desde que inició la crisis, más de 68000 personas fueron infectadas en China, pero el número de nuevos casos diarios, según informaron, tiende a disminuir. “Ya se puede constatar el efecto de las medidas de control y de prevención de la epidemia en diferentes partes del país”, celebró ante la prensa el portavoz de la Comisión Nacional de Salud, Mi Feng.
Desde la OMS, sin embargo, se mostraron prudentes en cuanto al panorama y aseguraron era “demasiado pronto” para hacer previsiones sobre la evolución de la enfermedad.
Según el último balance anunciado el domingo por las autoridades chinas, la neumonía viral COVID-19 provocó la muerte de 1665 personas, la mayoría en la provincia de Hubei, donde se declaró en diciembre. En las últimas 24 horas, las víctimas fatales fueron 142.
En la provincia de Hubei, 56 millones de habitantes están aislados del mundo desde el 23 de febrero. Allí se restringió la libertad de movimiento más allá de la capital, Wuhan.
Pueblos y ciudades residenciales viven bajo una “estricta gestión cerrada”, es decir,no deben salir más de sus casas hasta nueva orden. Las compras y distribución de comida y medicamentos se pueden hacer de manera “centralizada”, según estableció una directiva provincial publicada este domingo.
