Coronavirus: ¿Es posible infectarse al tocar los alimentos en el supermercado?

La rápida propagación del nuevo coronavirus obligó a las autoridades de distintos países del mundo a tomar medidas extremas para proteger a sus habitantes. En medio de los anuncios, las personas salieron a abastecerse a los supermercados y se pudieron ver filas larguísimas y fenómenos como la compra en masa de alcohol en gel y papel higiénico.

Desde hace algún tiempo, los supermercados tomaron diversas determinaciones para prevenir el contagio, entre ellas, el ingreso restringido de clientes, la distancia en las filas, el horario exclusivo para grupos de riesgo y otras curiosidades como el plastificado de cajas y góndolas.

Ahora bien, ¿es posible que los productos de consumo sean un foco de contagio? Un estudio publicado este martes en el New England Journal of Medicine reveló que el nuevo coronavirus es capaz de sobrevivir sobre diferentes superficies como metal, plástico y cartón, hasta por 72 horas.

En sintonía, científicos de la Universidad de California Los Angeles (UCLA), la Universidad de Princeton y los Institutos Nacionales de Salud Pública de los Estados Unidos (NIH) concluyeron en que el virus podía permanecer en el aire en suspensión por hasta tres horas.

Esta información lleva a cuestionarse si es posible contagiarse al respirar partículas del virus flotando en el aire en la calle o tocando algún paquete o alimento expuesto en las góndolas. Sin embargo, Xavier Abad, jefe de la Unidad de Alta Contención Biológica del IRTA-CReSA y profesor asociado de la Universitat Autònoma de Barcelona asegura que hay que dejar de lado la paranoia.

“Tenemos que tener claro que el coronavirus no está en todas partes, acechándonos para infectarnos. Por tanto, ante cualquier miedo que nos asalte, lo primero que tenemos que pensar es si es realmente probable o posible que la situación que imaginamos se haya dado”, explicó el experto en diálogo con La Vanguardia.

Abad asegura que es poco probable infectarse por solo respirar en la calle ya que “para empezar, no toda la población está infectada, y la que está infectada no libera virus en cada exhalación”. A su vez, señala que cuando respiramos o exhalamos en un espacio exterior, como una calle, nuestro aliento se diluye al instante en el volumen inmenso de aire de ese espacio, porque siempre hay algo de desplazamiento del aire.

Respecto a espacios menos ventilados, como supermercados o oficinas, Abad explica que estos espacios suelen tener sistemas de circulación de aire, o aire acondicionado que, si bien no recirculan el aire, ayudan nuevamente a la dilución, por lo que “es muy poco probable que se produzca un contagio”.

En estos casos, el académico remarca la necesidad de que se respeten las recomendaciones de seguridad y que no haya aglomeraciones ni una densidad elevada de personas.

Una farmacia de Ucrania decidió plastificar sus góndolas como medida de prevención contra el coronavirus (Foto: EFE/PAVLO PALAMARCHUK)
Una farmacia de Ucrania decidió plastificar sus góndolas como medida de prevención contra el coronavirus (Foto: EFE/PAVLO PALAMARCHUK)

En relación a su el virus puede sobrevivir en los envases de los productos del supermercado, el especialista hace hincapié en que primero el virus debería llegar hasta este paquete. “Damos por sentado que ha llegado, pero no debemos pensar que todo tiene virus y que, por tanto, lo toco y me infecto directamente”, insiste Abad, y explica que es altamente improbable que agarremos un paquete de algún producto en el que haya coronavirus con capacidad infectiva en él y nos contagiemos.

Más allá de este esperanzador mensaje, el experto recomienda limpiar los envases al llegar a casa, usando un papel de cocina humedecidos con una solución de lavandina diluida (una parte de producto por 9 de agua). Así como también, en el caso de los productos que vengan envueltos en algún protector, quitarlo y desecharlo.

Abad recomienda también el uso de otros productos desinfectantes como el agua oxigenada o el alcohol en una concentración del 70% también funcionan. Aunque también recomienda que si el producto se puede lavar con agua y jabón, también es correcto. Después de higienizar un producto, el especialista recomienda lavarse las manos.

Una advertencia a tener en cuenta es que los desinfectantes no son instantáneos, el especialista recomienda dejar pasar al menos de entre 5 y 15 minutos, y luego fregar bien la superficie con un papel de cocina que podamos tirar al terminar.

El virus no entra por la mano

El experto aclara que la piel sana actúa como una barrera muy efectiva contra los virus en general. Por lo que el el coronavirus no puede entrar al organismo a través de la piel intacta. El problema es cuando nos tocamos la cara y, en particular, las mucosas nasal, bucal u ocular con las manos ya que de estar infectadas podría haber contagio. De necesitar tocarse la cara, puede hacerse con el antebrazo o con un pañuelo.

Cómo cuidarnos en espacios cerrados

Dentro del hogar o la oficina, Abad recomienda limpiar la computadora o el escritorio con regularidad solo en el caso de que las terminales se compartan. Esto puede hacerse pasando un pañuelo humedecido en solución desinfectante.

A su vez, el académico hace hincapié en la importancia de ser responsable y lavarse bien las manos antes de usar la computadora, e intentar no tocarse la cara con las manos.

Un comerciante de origen chino colocó un plástico en la línea de cajas como medida de prevención contra el coronavirus (Foto: EFE/Juan Ignacio Roncoroni)
Un comerciante de origen chino colocó un plástico en la línea de cajas como medida de prevención contra el coronavirus (Foto: EFE/Juan Ignacio Roncoroni)

En el caso del contacto con picaportes en espacios donde circulan muchas personas, como los palieres de los edificios o las oficinas, Abad recomienda utilizar un pañuelo de papel y luego desecharlo o, de ser posible, dejar las puertas abiertas, para que se puedan empujar con el pie o la cadera y evitar así tocarlas con las manos.

Con respecto a los zapatos, el especialista asegura que es una buena estrategia dejarlos en la puerta, que no hace falta desinfectarlos pero se puede hacer con la misma solución de lavandina diluida. “Pero es muy poco probable que puedan haberse quedado virus enganchados en los zapatos y que luego estos puedan infectar a una persona en tu casa”, advierte.

El lavado de la ropa

Pese a que todavía no hay certezas respecto a la cantidad de tiempo que que el coronavirus puede permanecer vivo en la ropa, Abad revela que en IRTA-CReSa están realizando pruebas para ver cómo se comporta y persiste el virus en diferentes materiales.

“Al parecer, tanto en la ropa como en el papel, al ser superficies porosas, el virus quedaría ‘secuestrado’, aunque no se sabe si totalmente inactivo”, afirma el especialista.

Un reciente estudio arrojó que en superficies como en metales o plásticos, el virus queda adherido a la superficie, sin poder penetrar en ella. Por eso, cuando pasamos el dedo por encima, corremos el riesgo de llevárnoslo. Pero en el caso del papel y textil, algodón e incluso látex, es mucho más difícil recuperar el virus, asegura Abad, ya que éste penetra y se une con mayor intensidad a las moléculas del material poroso.

Y en ese caso, tanto da si está activo o inactivo, porque no se puede recuperar, lo que quiere decir que no te podés contaminar.

La única recomendación del especialista en el caso de personas que se encargan de lavar ropa que ha estado en contacto con pacientes enfermos es meterla en el lavarropas sin moverla mucho, para evitar así que se formen aerosoles (partículas en suspensión en el aire), y lavarla en un ciclo de al menos 50 grados, con jabón.

Archivo CA

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