Coronavirus | Europa cambia de postura y ahora recomienda el uso de barbijos para asintomáticos

El Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) emitió un nuevo informe en el que cambia sus recomendaciones sobre el uso de barbijos para luchar contra el coronavirus.

Hasta ahora solo las aconsejaba a trabajadores de la salud y a enfermos con síntomas, pero ante la evidencia de que las personas asintomáticas también pueden transmitir la enfermedad, reconoció que pueden resultar útiles para toda la población. “Puede ser una extensión a la actual práctica de llevarla para los individuos con síntomas”, aseguró el documento.

La recomendación del Ministerio de Sanidad de España, hasta el momento, sigue siendo no aconsejarlas a personas que no manifiesten Covid-19. Su titular, Salvador Illa, dijo que estaría atento a ellas y que ese país irá en coordinación con las autoridades europeas.

“Cuando lo tengamos decidido, valorado, discutido con las comunidades autónomas, vamos a dar recomendaciones claras. El Gobierno de España no puede exigir nada a ciudadanía que no esté en condiciones de cumplir”, agregó en respuesta a las preguntas de la oposición, que le pedía aclarar la posición gubernamental.

Varios grupos le recriminaron lentitud a la hora de establecer un criterio favorable a estas medidas de protección, que la mayoría de los países asiáticos habían adoptado desde un primer momento para contener la epidemia y a la que cada vez más gobiernos se están sumando. La semana pasada lo hizo Estados Unidos y antes se adhirieron algunos miembros de la Unión Europea. La recomendación del ECDC no es tajante ni está exenta de matices. 

Los barbijos, coinciden varios especialistas consultados, no son la panacea contra la infección. El informe recalca que los trabajadores de la salud deben tener preferencia a la hora de acceder a ellas.

“Se podría considerar la utilización comunitaria de mascarillas faciales, especialmente cuando se visitan espacios ocupados y cerrados, como supermercados, centros comerciales, o cuando se usa el transporte público”, añade.

El barbijo y el alcohol en gel, dos elementos clave para protegerse contra el coronavirus. (Foto: AFP/Olivier Morin)
El barbijo y el alcohol en gel, dos elementos clave para protegerse contra el coronavirus. (Foto: AFP/Olivier Morin)

Los expertos del organismo europeo advierten de que esto debe considerarse solo como una protección complementaria y no como un reemplazo de las medidas preventivas establecidas, como son el distanciamiento físico, una higiene meticulosa de las manos y evitar tocarse la cara, la nariz, los ojos y la boca.

También avisan de que su uso apropiado es clave para la efectividad de la medida y que se puede mejorar a través de campañas educativas. “Se podría considerar el uso de mascarillas faciales no médicas hechas de varios materiales textiles, especialmente si, debido a problemas de suministro, se debe dar prioridad a las médicas para su uso como equipo de protección personal por parte de los sanitarios.

Esto se basa en pruebas indirectas limitadas que respaldan el uso de mascarillas no médicas como medio de control de la fuente”, continúa el documento.

Antes que el ECDC, el lunes, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó un nuevo documento sobre la recomendación de uso de barbijos. Sus expertos son todavía más cautos a la hora de aconsejar su generalización. Aunque reconocen que pueden ser útiles para frenar el coronavirus, matizan que “no están avalados por la evidencia científica” y hacen hincapié en que los barbijos médicos deben ser priorizadas para los sanitarios.

El organismo recomienda a los países que, si deciden dar consejos sobre su uso comunitario, lo hagan acompañado de una buena educación sobre cómo utilizarlas, ya que lo contrario puede resultar incluso contraproducente. “La OMS actualizará su orientación cuando haya nueva evidencia disponible”, concluye su informe.

El ECDC, por su parte, advierte de la importancia del uso adecuado de los barbijos, que debe ir “desde el puente de la nariz hasta la barbilla”. Varios expertos consultados aseguran que la falta de costumbre en los países occidentales puede convertir su uso en contraproducente y que puede transmitir una falsa sensación de seguridad.

De esto mismo alerta el organismo europeo, que avisa de que el hecho de que manipularlos y llevarlos en la cara hace incluso más importante el lavado de manos, antes de ponerlos y después de quitarlos. Relajar las medidas complementarias por el uso de esta protección puede incluso aumentar el riesgo de protección con respecto a no llevarlos.

Archivo CA

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