Una doctora describió el riguroso procedimiento de prueba que se hace todos los años para asegurarse de que su mascarilla médicas esté haciendo su trabajo, y por qué la mayoría de nosotros probablemente no tengamos idea de cómo usarlas correctamente.
Leora Horwitz, directora del Centro para la Innovación en el Cuidado de la Salud, recurrió a las redes sociales para decir que aquellos que usan mascarillas en un intento de protegerse del coronavirus podrían de hecho aumentar el riesgo de contraerlo.
Ha habido informes de escasez de mascarillas para el personal médico de todo el mundo, que utilizan un respirador para ayudar a bloquear las partículas en el aire.
En un hilo en Twitter , Horwitz explicó que para que su mascarilla sea eficiente y esté bien ajustada, se la pone, antes de colocar una gran capucha de plástico sobre su cabeza.
La mayoría de pruebas a mascarillas falla
El aspartamo, un edulcorante, se rocía en la campana de plástico y se llevan a cabo una serie de pruebas, que incluyen asentir con la cabeza en diferentes direcciones, agacharse y pararse varias veces.
Si, en algún momento de la prueba, Horwitz puede probar el aspartamo, significa que la máscara está permitiendo la entrada de partículas y falla.
Ella tiene que leer en voz alta para asegurarse de que la máscara mantenga su protección cuando habla. Cada vez que se da cuenta del edulcorante,se vuelve a probar una mascarilla nueva y la prueba se reinicia.
Después de eso, se le pide a Horwitz que demuestre el procedimiento adecuado para quitarse la máscara para asegurarse de que no se contamine accidentalmente, lo que dice que es “mucho más difícil de lo que parece”. Si lo hace incorrectamente, falla.
Ella escribió: “Le garantizo que a) su mascarilla no se ajusta correctamente b) no tiene idea de cómo ponérsela y quitársela de manera segura y c) es probable que se arriesgue más por no saber usarla”.
Agregó que las mascarillas quirúrgicas regulares son excelentes para las personas enfermas, ya que reducen las posibilidades de que propaguen los gérmenes al toser, y que se utilizan al momento de no querer transmitir una enfermedad, no para evitarla.
