El manejo de la epidemia de coronavirus golpea por primera vez al presidente de China

Bajo fuego creciente por su respuesta a la epidemia de coronavirus, el gobierno de China parece estar instalando un nuevo relato de los hechos que presenta al presidente Xi Jinping como el líder que combatió tempranamente la crisis que convulsiona al país.

Pero al hacerlo, las autoridades han reconocido por primera vez que el presidente estaba al tanto de la gravedad del brote y que se involucró mucho antes de referirse públicamente al tema mientras sus funcionarios minimizaban el peligro ante la población.

Este nuevo racconto oficial corre el riesgo de atraer directamente sobre Xi Jinping -el líder más poderoso de China en décadas- cuestionamientos sobre si su gobierno y sus funcionarios hicieron muy poco o demasiado tarde para cuidar a los ciudadanos.

En un discurso interno publicado el sábado, Xi Jinping dijo que había “emitido sus demandas para prevenir y controlar” el coronavirus el 7 de enero, durante una reunión del Comité Permanente del Politburó, el consejo más alto del Partido Comunista, cuyo sesiones suelen ser secretas. En el discurso, también dijo que había autorizado el confinamiento sin precedentes de Wuhan, el epicentro del brote, y otras ciudades a partir del 23 de enero.

Limpieza. El presidente Xi se limpia las manos en público en un acto en Beijing (AFP).

Limpieza. El presidente Xi se limpia las manos en público en un acto en Beijing (AFP).

“En todo momento he monitoreado la propagación de la epidemia y el progreso en los esfuerzos para reducirla, emitiendo constantemente órdenes orales y también instrucciones”, dijo Xi sobre su participación más reciente.

Sus asesores pueden haber esperado que la publicación del discurso, pronunciado el 3 de febrero, disipe especulaciones sobre su desaparición del escenario público y asegure a la población que pueden confiar en él para derrotar la epidemia.

Hasta ahora, el virus ha infectado a más de 68.000 personas y ha matado a más de 1.650 en todo el mundo, la gran mayoría en China continental. Lo cierto es que la epidemia se ha convertido en el mayor desafío político de Xi.

“El tono general del discurso parece ser defensivo”, comentó Minxin Pei, profesor de gobierno en el Claremont McKenna College en California. “Él quiere cambiar la narrativa, que hasta este momento ha sido muy desfavorable para la alta dirección” del gobierno.

El discurso del 3 de febrero fue publicado por Qiushi (Buscando la verdad), el principal diario doctrinal del Partido Comunista. Es raro que un discurso tan interno se publique en su totalidad de modo tan rápido.

En su mensaje, Xi describió los esfuerzos para poner fin a la epidemia como una “guerra popular” y destacó dos campos de batalla claves: la provincia de Hubei, donde se han concentrado las infecciones y las muertes, y Beijing, la capital.

Difundido en una reunión con altos funcionarios del partido, cuando la epidemia ya se había convertido en una crisis nacional, el discurso podría exponer al Xi Jinping a las críticas de que no trató la amenaza inicial con la suficiente urgencia y hacerle difícil culpar por los errores a los funcionarios locales ante lo que muchos ven como un manejo displicente de la epidemia.

También alimentar dudas acerca de cuánto sabían los mayores líderes y qué instrucciones dieron basados en ese conocimiento.

Vacío. La gente ha dejado las calles ante la expansión de la epidemia en China (EFE).

Vacío. La gente ha dejado las calles ante la expansión de la epidemia en China (EFE).

El hecho de que Xi haya convocado a una reunión del máximo órgano político de China a inicios de enero indica que el coronavirus ya se consideraba un asunto de alto nivel, lo que hace que su posterior silencio sea aún más evidente.

Un informe oficial de la reunión del Comité Permanente del 7 de enero emitida en ese momento por Xinhua, la agencia estatal de noticias, no mencionó una discusión sobre el coronavirus.

“Parece que Xi trata de indicar que ‘no estábamos dormidos al volante’”, dijo Jude Blanchette, del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales. “Pero aparece como ‘sabíamos que esto era un problema, pero no estábamos haciendo sonar la alarma’”.

En el discurso de este mes, Xi señaló su descontento con los burócratas de nivel inferior por sus “deficiencias” en la ejecución de directivas del partido.

A principios de enero, los funcionarios en Wuhan garantizaban que la transmisión del virus de persona a persona era poco probable. Algunos expertos gubernamentales estuvieron de acuerdo.

La nueva información coloca la participación de Xi en la lucha contra la epidemia mucho antes de lo que se sabía previamente. Su primer comentario público fue el 20 de enero, cuando dio breves instrucciones.

Días después, líderes en Wuhan se reunieron para la cita anual de la Legislatura local. Durante ese tiempo, la Comisión de Salud de Wuhan dijo que no había nuevos casos de infección.

Incluso después de que Xi hizo sus primeros comentarios públicos sobre la epidemia, la mantuvo al fondo de su agenda. El día antes del inicio del Año Nuevo chino a fin de enero, declaró su éxito al guiar a China a través de un año difícil, sin mencionar el virus que ya propagaba el miedo. Mientras hablaba, Wuhan era confinada, en un intento desesperado por detener la propagación del virus.

Archivo CA

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