El ojo seco en la menopausia

La menopausia es una etapa en la vida de la mujer que trae consigo numerosos cambios en todo el organismo. Si bien es cierto que muchas mujeres apenas experimentan síntomas, o son muy leves, otras sufren molestias mucho más acusadas. Una de ellas es el ojo seco.

El ojo seco es, en realidad, una patología que puede tener muchas causas. Consiste en que la superficie del ojo pierde parte de la humedad que la protege de manera normal. Esto produce muchas molestias como picor, problemas visuales e incluso lesiones.

Se estima que casi un 30% de la población padece ojo seco. No obstante, dentro de este porcentaje, el número de mujeres en etapa menopáusica es muy alto. Casi un 60% de las mujeres lo experimenta en este momento de su vida.

Por ello, en este artículo te explicamos cuál es la relación entre el ojo seco y la menopausia. Además, mencionaremos una serie de medidas que pueden ayudarte a mejorar este problema y disminuir las molestias.

¿Qué puede causar el ojo seco?

Como ya hemos mencionado, es una patología que puede tener diferentes causas. Parece ser que la relación con la menopausia estriba en la alteración hormonal que se produce. Durante esta etapa, se produce un descenso de los estrógenos.

Esta disminución de estrógenos altera prácticamente todas las secreciones del cuerpo. Por ejemplo, afecta también a la vagina, produciendo sequedad vaginal que influye sobre todo a la hora de tener relaciones sexuales.

Por desgracia, el ojo seco es el segundo síntoma más frecuente en la menopausia tras los sofocos. Además, se calcula que puede durar hasta 4 años. Sin embargo, no se relaciona solo con las hormonas, sino que influyen otros factores, como el envejecimiento. Otras causas son:

  • Usar lentes de contacto.
  • Ciertos medicamentos, como los antidepresivos.
  • Los tratamientos contra el cáncer, como la quimioterapia.
  • El uso excesivo de calefacciones o vivir en ambientes muy secos y contaminados.

El ojo seco hace que exista un mayor riesgo de lesión en el globo ocular, ya sea en la córnea o en cualquier otra parte. Además, se acompaña de una sensación de arena dentro y de pesadez ocular. Incluso, puede afectar a la visión.

ojo seco en la menopausia
El ojo seco es el segundo síntoma más frecuente de la menopausia

¿Qué riesgos presenta?

Las lágrimas oculares tienen una función principalmente defensiva. Actúan como un sistema natural de limpieza que arrastra las partículas y gérmenes que pueden dañar los ojos. Cuando se pierde esta humedad, los ojos tienden a irritarse y a estar mucho más expuestos a cualquier lesión.

Además, el riesgo de infecciones aumenta notablemente. Por ello, si el ojo seco no se trata, es posible que se acabe produciendo algún daño ocular o que incluso se desarrollen úlceras.

úlcera corneal
Las úlceras en la córnea pueden producirse por sequedad ocular

¿Cómo se puede mejorar el ojo seco?

Debido a las molestias y los riesgos que produce el ojo seco, es importante tratarlo y tener en cuenta ciertos aspectos. En primer lugar, se recomienda parpadear con frecuencia, ya que esto ayuda a estimular las glándulas lacrimales.

Esto tiene especial importancia cuando se usan muchas pantallas y dispositivos electrónicos. Lo ideal es hacer descansos frecuentes de la vista, ya sea cuando se está estudiando, trabajando o incluso viendo la televisión.

Además, se recomienda tener cuidado con el viento y el sol. Lo mejor es llevar gafas de sol siempre, ya que protegen de que las partículas entren en los ojos. Si es posible, se deben evitar los ambientes muy secos.

Para ello, se puede reducir el uso de las calefacciones o de aire acondicionado. Si no, se recomienda utilizar humidificadores en casa. También es esencial mantener un estilo de vida saludable, cuidando la alimentación e hidratándose con frecuencia.

Lo mismo ocurre con las horas de sueño. Cuando no descansamos bien, los ojos sufren y están aún más sensibles.

Archivo CA

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