El rey Maha Vajiralongkorn de Tailandia volvió a su país este lunes desde Alemania, donde se había aislado con unas 20 concubinas en un hotel de lujo de los Alpes para pasar la cuarentena. ¿El motivo que lo llevó a regresar? Celebrar el aniversario del inicio de su dinastía, los Chakri.
El monarca aterrizó en Bangkok acompañado de su esposa, la reina Suthida, y ambos participaron de una ceremonia de entrega de material sanitario junto al primer ministro, Prayut Chan-ocha, y el jefe de las Fuerzas Armadas, Apirat Kongsompong.
“Esta pandemia no es culpa de nadie. El Gobierno debe solucionar el problema entendiendo sus causas. Es necesario establecer un sistema y comunicarlo al pueblo para que lo entienda bien”, dijo Vajiralongkorn en la ceremonia.
Durante el día, el monarca rindió homenaje a su padre, el rey Bhumibol Adulyadej, fallecido en 2016, y a Rama I, fundador de la dinastía Chakri, de la que Vajiralongkorn es el décimo monarca.
La llegada del rey desde Alemania coincidió con la decisión del Gobierno de extender hasta el 18 de abril la prohibición de que aterrice cualquier avión comercial en el país procedente del extranjero para evitar los contagios de COVID-19.
Vajiralongkorn, de 67 años, fue coronado el año pasado, tras el fallecimiento de su padre, el rey Bhumibhol, al que gran parte de los tailandeses reverenciaba como una figura prácticamente divina.
El actual monarca no heredó la inmensa popularidad de su padre. Hace dos semanas, miles de tailandeses protestaron contra el rey en Twitter con la etiqueta #¿Paraquénecesitamosunrey? por su papel durante la pandemia.
Esta expresión de descontento sin precedentes supuso un desafío a la ley de lesa majestad tailandesa, una de las más duras del mundo y que castiga con hasta 15 años de cárcel las críticas al monarca.
Los usuarios acusaron a Vajiralongkorn, de no preocuparse por los pacientes del coronavirus en Tailandia, que ascienden a 2.220 casos, de los cuales murieron 26.
