Caribe nicaragüense a casi un año de los huracanes Eta e Iota

En diciembre, un mes después del impacto de dos potentes huracanes en Bilwi, en la costa del Caribe de Nicaragua, Oscar Selva tomó la decisión de abandonar la vivienda junto a su madre para migrar a Managua.

Aunque para llegar a la capital le tomaría viajar aproximadamente unos 500 kilómetros, considera que valía la pena para poder ver un panorama menos desolador que el que dejaba atrás tras el paso de los fenómenos naturales.

El paso de los fenómenos naturales y la pandemia aumentó más la pobreza en la zona, considerada de hecho una de las regiones con más desigualdades en Nicaragua, según datos del Mapa de Pobreza.

Selva es licenciado en Contaduría Pública y Finanzas, pero es, según dice, eso no le garantizaba poder encontrar trabajo en la zona debido a la falta de inversión y empresas en la localidad.

A principios de noviembre de 2020, los huracanes Eta e Iota, de categoría 4 y 5 respectivamente, impactaron Nicaragua y afectaron el 60% del territorio, en particular la Región Autónoma de la Costa Caribe Norte (RACCN).

Según datos de ReliefWeb, un portal de información humanitaria, unas 490.000 personas se vieron afectadas por daños en los sistemas de abastecimiento de agua potable e instalaciones de saneamiento por el paso de los huracanes

El número de casas dañadas o en estado de vulnerabilidad alcanzó a 230.000 personas.

Impacto del cambio climático en Nicaragua

El científico Jaime Incer Barquero, quien fungió como asesor para la presidencia de Nicaragua en temas medioambientales, comentó que la nación centroamericana, como todos los países del mundo, está sufriendo de un clima totalmente muy alterado y parte de ello se debe a que el territorio ha sufrido desde hace muchas décadas una extensa deforestación.

“Eso hace que las precipitaciones, al impactar directamente con los suelos, produzcan grandes inundaciones, derrumbes y ese tipo de causas”, explicó.

No hay datos de la migración por los huracanes

El ambientalista Amaru Ruiz señala que muchas de las personas que habitan en las costas se han visto desplazadas forzosamente por la vulnerabilidad que viven debido a que la zona es insostenible por los constantes huracanes.

Aunque no se conoce cuánta gente se ha movido de las comunidades del Caribe “es importante decir que el cambio climático en el mundo (…) está generando un desplazamiento de las poblaciones que están vulnerables”.

Medidas a tomar en cuenta

El científico Jaime Incer Barquero señala que es poco lo que se puede hacer para tomar medidas paliativas ante el cambio climático y las afectaciones que deja en las zonas y agrega que es una responsabilidad “no solamente del gobierno, sino de la gente”.

En unos quince minutos una persona es capaz de arrancar un árbol con una motosierra, pero si se siembra ese árbol, se necesitan “15, 20, 30, 50 años para que llegue a ser lo que era”.

Fuente: VOA

Archivo CA

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