Incertidumbre de médicos tras un año de la anulación del derecho al aborto

Hace más de un año que la Corte Suprema de Estados Unidos anuló el caso Roe v. Wade, con lo cual eliminó el derecho constitucional al aborto en todo el país.

El dictamen fue una de las decisiones más trascendentales del Tribunal Supremo en décadas y allanó el camino para que los estados aprobaran leyes que limitaran o prohibieran el acceso a este procedimiento.

El aborto se ha convertido en uno de los temas definitivos de la campaña de 2024 y se espera que siga siendo un tema clave, ya que los candidatos se enfrentan a preguntas sobre si apoyan la prohibición del procedimiento a nivel local y nacional.

CNN habló con médicos y profesionales de la medicina que respondieron a una petición de historias sobre cómo cambió la vida de las personas a raíz de la sentencia. Todos los que respondieron contaron historias de cómo sus vidas profesionales se vieron alteradas por las prohibiciones del aborto y las severas restricciones, incluso en Idaho y Arizona.

Algunos ya no quieren ejercer en estados con limitaciones al procedimiento. Otras se preocupan por la seguridad de sus pacientes, ya que se avecinan más prohibiciones.

A continuación compartimos las historias de tres profesionales de la medicina que accedieron a concedernos entrevistas completas sobre sus experiencias.

Katie A., Michigan

Katie A., nacida en de Idaho, tenía planes de volver a su estado natal para ejercer como ginecóloga y obstetra, pero después de que se revocara el caso Roe v. Wade y de que el estado aprobara una prohibición casi total del aborto, no está segura de adónde irá cuando termine su residencia en Michigan.

Katie, que pidió a CNN que no utilizara su nombre completo por motivos de seguridad, nació y creció en Boise, Idaho y estudió medicina en el estado de Washington para especializarse en la atención a pacientes rurales.

“Mientras hacía mis rotaciones clínicas en Idaho, me veía trabajando con la población de allí”, explica a CNN. “Idaho es un estado que durante mucho tiempo ha tenido escasez de médicos. Hay una enorme centralización de la medicina en Idaho, la mayoría de los hospitales y especialistas están en Boise”, Debido a esto, Katie dijo que muchas personas fuera de la ciudad no tienen fácil acceso a la atención médica.

La médica residente dijo a CNN que se imaginaba marcando la diferencia en el estado, especialmente especializándose en atención ginecológica y obstétrica.

“Me entusiasmaba la idea de poder trasladarme a casa con esta población con la que crecí: podría marcar la diferencia”, dijo.

Cuando se anuló el caso Roe v. Wade, los planes de Katie de ejercer en su estado natal cambiaron rápidamente al ver cómo se transformaba allí el panorama médico.

“Me sentí realmente llamada, sentí que era allí donde podía marcar la diferencia y que era muy importante para mí seguir dedicándome a la obstetricia y la ginecología, fuera como fuera”, afirma.

“Pero por mi seguridad y por mi capacidad de tratar a mis pacientes, supe en cuanto Idaho empezó a aprobar leyes que penalizaban el transporte a través de las fronteras estatales y todo ese tipo de cosas que no sería un lugar hospitalario para que yo ejerciera la medicina. Y eso es algo desgarrador, ¿verdad?”, añadió la médica residente.

Idaho declaró ilegal el aborto el pasado agosto, con dos únicas excepciones: si la vida de la madre corre peligro y en caso de violación o incesto, pero sólo después de que se haya presentado una denuncia policial y se haya facilitado al médico. Desde entonces, los médicos que atienden a embarazadas y practican abortos han huido del estado debido a las nuevas restricciones al aborto.

En abril, los proveedores de atención médica demandaron al fiscal general del estado después de que éste escribiera en un dictamen jurídico que la prohibición del aborto del estado prohíbe a los proveedores médicos derivar a pacientes fuera del estado para que reciban servicios de aborto. El gobernador Brad Little, republicano, también aprobó una ley que hace mucho más difícil que las menores puedan abortar fuera del estado sin el consentimiento de sus padres. La ley tipifica como delito el “tráfico de abortos”, por lo que es ilegal que los adultos del estado ayuden a una menor a abortar sin informar a los padres o tutores de la embarazada.

Katie espera que cuando termine su residencia dentro de cuatro años, la situación haya evolucionado, lo que le ayudará a decidir más fácilmente dónde podría ejercer finalmente.

“Creo que donde ejerza, ya sea en Michigan, en Washington… no sé, en cualquier sitio, dependerá realmente de la política local y de las protecciones que existan para médicos y pacientes”, dijo a CNN.

Por el momento, se siente aliviada por coincidir con un programa en un estado sin leyes restrictivas sobre el aborto.

La decisión de Katie está en consonancia con los nuevos datos que sugieren que estas restricciones están teniendo un impacto en dónde -y qué- los futuros médicos planean ejercer.

Según un análisis realizado en abril por la Asociación de Facultades de Medicina de Estados Unidos, el número de estudiantes de último curso de medicina que solicitaron plaza en programas de formación de residentes descendió casi un 2% el año pasado, y las solicitudes para programas en estados con prohibición del aborto fueron las que más cayeron, un 3%.

Según el análisis, el interés por la especialidad de ginecología y obstetricia experimentó un notable descenso: las solicitudes disminuyeron un 5% en todo el país y el doble en los estados donde el aborto está prohibido.

Dr. Robert Andrews, estado de Washington

El Dr. Robert Andrews, médico especializado en radiología intervencionista en el estado de Washington, dijo a CNN que rechazó ofertas de trabajo en estados con prohibiciones y restricciones del aborto.

Andrews explicó que su trabajo consiste en la cirugía guiada por imágenes, que incluye el uso de ultrasonidos y tomografías computarizadas (TC) para detectar lesiones, así como globos y catéteres para tratar vasos sanguíneos obstruidos.

Dijo que se vio involucrado en casos relacionados con el embarazo al tratar hemorragias en embarazos ectópicos.

El médico dijo que el procedimiento para tratar la complicación del embarazo ectópico “controlaría la hemorragia y permitiría a la paciente recibir un tratamiento definitivo, pero también mataría al embrión”.

Los embarazos ectópicos no son viables y, si no se tratan, pueden ser mortales. Según el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos, este tipo de embarazos se produce cuando un óvulo fecundado crece fuera del útero. La organización dice que la mayoría de los embarazos ectópicos se producen en una trompa de Falopio y cuando el embarazo progresa, puede causar la ruptura de la trompa, lo que lleva a una hemorragia interna importante que “puede ser una emergencia potencialmente mortal que requiere cirugía inmediata”.

Andrews dijo a CNN que rechazó oportunidades para asistir a consultas en estados con limitaciones al aborto, a pesar de que hay escasez de médicos en su especialidad en todo el país.

“Cuando se han puesto en contacto conmigo para hablarme de oportunidades en otros lugares, las he rechazado de plano, ni siquiera me plantearía dobletear en Idaho, aunque pudiera conducir hasta allí. Simplemente no lo consideraría”, dijo.

“Pero simplemente les dije a los reclutadores, ya sabes, mira el mapa, averigua si el estado tiene restricciones contra el aborto, y si es así, no, no te pongas en contacto conmigo porque no lo consideraría”, añadió.

A la pregunta de en qué estados en concreto no se plantearía ejercer, Andrews respondió que en la mayoría de los estados del sureste y en Texas. “No iría a ningún lugar realmente del sureste… Ni siquiera iría a Florida de vacaciones ahora mismo”, afirmó.

Andrews tiene dos hijas adolescentes y dijo que se niega a pagar la matrícula si deciden ir a la universidad en un estado con restricciones o prohibiciones del aborto. Teme por su seguridad reproductiva, especialmente en los estados que ha mencionado. Señaló que el riesgo de que no reciban tratamiento por abortos espontáneos y otras complicaciones relacionadas con el embarazo es demasiado alto.

“Mi hija mayor tiene 18 años, y ya sabes, vas a algún sitio de vacaciones y te enteras de que estás teniendo un aborto espontáneo, y potencialmente podrías morir, porque no te lo tratan y no te dejan irte porque podrías tratarlo”, comentó.

“Mi hija se está preparando para ir a la universidad y menos mal que no quiere ir a Idaho ni a Texas ni a ninguno de esos sitios”, añadió.

Mariana Martinez

Mariana Martinez

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