La OMS destaca que habrá menos muertos por contaminación y accidentes de tránsito

La cuarentena por el coronavirus trajo “beneficios colaterales” en distintos países: bajó la cantidad de accidentes de tránsito por el corte en la circulación y mejoró la calidad del aire por la interrupción de la actividad industrial.

La disminución en la contaminación ambiental influirá en un índice alarmante: cerca de siete millones de personas mueren al año por la impureza del aire, según los registros de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El smog en países altamente industrializados como China, el humo de las fábricas de Italia, Estados Unidos, y la actividad bajaron al punto de provocar una mejora considerable en el aire de las grandes urbes, se destacó.

Impacto de la contaminación

De las siete millones de personas que mueren al año por las toxinas del aire, aproximadamente dos millones ocurren solamente en China y en el este de Asia.

Y si se comparan las cifras de las personas que fallecen por COVID-19 con las que mueren por la exposición a la contaminación ambiental, la gravedad de uno y otro problema queda a la vista.

Para el especialista, ésta es una oportunidad para reflexionar: “Se puede hacer algo al respecto, pensar en los beneficios de atenuar la polución. Si bien la situación del coronavirus es muy extrema hoy, mejorar la calidad del aire en el futuro va a ser mucho más beneficioso que frenar este virus”.

Contaminantes del aire y efectos en la salud

Se dividen en dos grandes grupos: gases y material particulado, partículas finas, que no vemos y que son más perjudiciales para la salud. Se asocian con efectos a nivel cardiovascular: accidentes cerebrovasculares e infartos, principales causas de muerte de la exposición a la contaminación ambiental.

Todavía no hay datos frescos de los cambios en estos niveles en relación al aislamiento social que pusieron en marcha los países, porque una vez que disminuyen las emisiones tóxicas quedan un tiempo circulando en la atmósfera.

Los gases se contaminan por óxidos de nitrógeno. Estos óxidos, entre ellos el dióxido de nitrógeno (NO2), se producen a través de distintas acciones cotidianas del hombre relacionadas con actividades industriales y del transporte.

Los contaminantes gaseosos más comunes se asocian principalmente a enfermedades respiratorias, inclusive a una mayor susceptibilidad a infecciones, como se observó para el SARS en 2002.Una vez que se inhala este tipo de contaminantes, se produce un daño en el pulmón que dificulta la capacidad de respirar.

Archivo CA

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