Las bolsas europeas y el petróleo comienzan la semana con pérdidas

Las principales plazas europeas comenzaban la sesión con pequeñas pérdidas, ligeramente superiores al 1 % para la mayoría de ellas, después de que Wall Street bajara el viernes y se registraran pérdidas en Asia esta madrugada, según datos del mercado.

Poco después de la apertura, a las 9.15 horas, Londres bajaba el 1,4%; Fráncfort el 0,64 %; París el 1,45 %; Madrid el 1,4 %; Milán el 1,39 %; el índice Euro Stoxx 50, que sigue la evolución del medio centenar de empresas más capitalizadas de la zona euro, perdía el 0,97 %,.

De los índices del parqué neoyorquino, el Dow Jones de Industriales bajó el 4,06 % el viernes, en tanto que el S&P 500 el 3,37 % y el tecnológico Nasdaq el 3,79 %.

A pesar de la bajada de los tipos de interés en China y de su disposición a aumentar el gasto público para fomentar el crecimiento, Tokio cayó el 1,57 % y Shanghái el 0,9 %.

La cotización del barril de petróleo Brent, referencia en Europa, bajaba más del 5 % a esta hora y se situaba en 26,5 dólares.

Por su parte, el euro descendía levemente y se cambiaba a 1,1085 dólares, en tanto que el bono alemán a diez años situaba su rendimiento en el -0,517 %, tres centésimas menos que el viernes.

Soluciones “urgentes” más ambiciosas que en 2008

En un cuadro complicado por la crisis del coronavirus, el jefe del Banco de Pagos Internacionales advirtió este domingo que los gobiernos y los bancos centrales deben intensificar urgentemente las medidas para apoyar sus economías.

El gerente general del grupo de bancos centrales, el méxicano Agustín Carstens, escribió un artículo de opinión el domingo en el que abogó por soluciones “urgentes” más ambiciosas que las usadas durante la crisis financiera de 2008.

Las reglas establecidas después del colapso de 2008 fueron diseñadas para evitar que los bancos se excedan, pero la preocupación ahora es que no están otorgando préstamos cuando los mercados de capitales se han cerrado de golpe para muchas empresas.

Los principales bancos centrales se han apresurado a invertir billones de dólares en fondos de emergencia en el sistema bancario global, pero ese dinero necesita llegar a quienes lo necesitan, escribió.

Un primer paso para salvar lo que él llamó “el tramo final” sería que los bancos usaran sus reservas de capital, además, dijo, se necesita “una congelación global de dividendos bancarios y recompras de acciones”.

Carstens también recomendó préstamos bancarios garantizados por el gobierno para pequeñas y medianas empresas, equivalentes a la cantidad de impuestos que cada uno pagó el año pasado, pero solo debería ir a aquellos que fueron rentables el año pasado para limitar el alcance de la corrupción.

Los “préstamos de impuestos diferidos” podrían ser titulizados y refinanciados por el banco central, y cualquier pérdida será sufragada por los gobiernos.

Finalmente, dijo, estos principios deben “globalizarse”, basándose en las líneas de swaps de dólares del banco central para canalizar la liquidez y evitar que las cadenas de suministro mundiales se desmoronen.

Archivo CA

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