Posadas navideñas se transforman ante la pandemia del COVID-19

Una tradición de muchos siglos atrás, propia de Guatemala que por la pandemia del covid-19 ha sido transformada, pero sin perder el sentido de brindar abrigo y ayuda a quien lo necesita, así han sido las posadas.

Es la luz de un farol y el sonido seco de la tortuga las que anuncian una vez más que las posadas han salido a las calles, rememorando aquel momento en el que José y María pidieron alojamiento pues el nacimiento de Jesús estaba próximo y no tenían un lugar donde pernoctar.

Las posadas, con el tiempo han sido sinónimo de reuniones familiares, de vecinos, de toda una comunidad, sentados alrededor de las imágenes entre cantos y rezos, y la algarabía de la espera del nacimiento de Cristo.

Sin embargo este 2020, la historia ha sido distinta, el COVID-19 impidió esas reuniones, pues el distanciamiento social obligó a modificar esta centenaria tradición guatemalteca.

Una comunidad de la parroquia Santo Cura de Ars, en la zona 5 capitalina, tomó la iniciativa de transformar esta bella tradición pero sin perder el sentido de la posada, compartir y llevar amor a los hogares que visitan, por lo que esta vez se escogieron personas con necesidad para llevarles alimentos.

 

Aunque este año las posadas no se dieron de la misma forma, el amor y la devoción de continuar con la tradición ha hecho que se realicen actos como estos, confiando en que el próximo año si Dios, dicha tradición volverá a ser en medio de toda la comunidad para celebrar la espera del nacimiento de Jesús.

 

Archivo CA

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