En el estudio presentado por la Coalición por la Seguridad Ciudadana, señalan que al monitorear los indicadores y análisis, se muestra una tendencia al alza en la denuncia contra las extorsiones, llegando a una tasa de 89 denuncias de extorsiones por cada 100 mil habitantes en el 2019.
Para que las extorsiones reduzcan, es necesaria la denuncia y fortalecer las instituciones. Walter Menchú, investigador del CIEN, indicó que según la encuesta Nacional de Percepción y Victimización, ENPEVI de 2018, se denuncia una de cada tres extorsiones.
Del total de estas denuncias, el 60 por ciento la víctimas fueron personas que en sus residencias, seguidas de comercio con 31 por ciento y transporte 6 por ciento. Los departamentos en donde se concentran la denuncias son Guatemala, Escuintla, Jalapa, Retalhuleu y Quetzaltenango.
En el informe destaca que el fenómeno criminal se divide en tres etapas, a mediados de los 2000 el delito consistía en rentas cobradas por pandilleros. Del 2006 al 2014 la clicas se fortalecieron, pasando de la extorsión sistemática al control territorial. En el 2015 surgen los imitadores, personas que se encontraban en prisión e imitaron el delito de la extorsión cometido por los pandilleros. Se observó que cuando la PNC realizaba requisas en los centros carcelarios, en los siguientes tres días las extorsiones bajaban.
Desde el 2010 hasta el 31 de julio se han realizado 86 mil 13 denuncias, dos de cada tres, ya fueron concluidas, de la cuales el 8 por ciento recibió sentencia y se condenó por este delito a más de 13 mil personas.
El estudio destaca preocupación porque el 90 por ciento de las extorsiones salen de las cárceles, las cuales registran un 380 % de ocupación, déficit de personal, falta de control y corrupción, por lo que recomiendan a las autoridades poner atención en mejorar los controles del Sistema Penitenciario, así como concretar el apoyo de las empresas de telefonía y bloquear la señal, y a la SIB para frenar el blanqueo del dinero producto de la extorsión.
