La Federación Rusa de Atletismo (RUSAF) dio otro paso en su camino para ser restituida como miembro de la World Athletics, al anunciar este domingo que suspenderá por tres años a aquellos atletas que violen las reglas antidoping.
“Desde el 10 de abril, todo será más estricto y se castigará cualquier violación, incluidas las de las reglas de accesibilidad y las infracciones relacionadas con el consumo de sustancias prohibidas”, informó Eduard Bezuglov, jefe del Comité Antidopaje de la federación.
Bezuglov subrayó que aquel atleta o funcionario que no cumpla las reglas será suspendido por un espacio de tres años, durante el que no podrá formar parte del equipo nacional o ejercer ningún cargo de responsabilidad en la RUSAF.
Tras varios años suspendida como miembro de la World Athletics por el escándalo de dóping de estado en Rusia que estalló a fines de 2014 y justo cuando el organismo presidido por Sebastian Coe preparaba un proceso para su readmisión, la RUSAF quedó en noviembre pasado otra vez en el ojo de la tormenta, a raíz de una nueva denuncia de la Unidad de Integridad del Atletismo.
La AIU (por sus siglas en inglés) afirmó que altos funcionarios rusos habían mentido y falsificado documentos para explicar el paradero del saltador Danil Lysenko, que había competido en los últimos años como atleta neutral y se había saltado tres controles antidopaje sorpresa al no informar adecuadamente su ubicación.
Cronología con las principales fechas del escándalo de dopaje en Rusia – AFP / AFP
Inmediatamente, fue apartado de su cargo el entonces presidente de la RUSAF, Dmitri Shaliajtin, quien días después presentó su renuncia irrevocable. Entonces, la World Athletics le puso un alto al proceso de readmisión de Rusia, sancionada desde noviembre de 2015 por su complicidad en el escándalo de doping institucional.
En febrero, renunció toda la junta directiva de la federación y a principios de marzo, Yevgueni Yúrchenko fue elegido como nuevo presidente. Una de sus primeras acciones fue enviarle una carta a Coe en la que admitía la culpa de Rusia en el caso Lysenko.
La World Athletics respondió con una serie de condiciones para la restitución de la federación nacional, entre las que figura la creación de una comisión de rehabilitación que estará integrada por al menos dos miembros de la comisión de atletas y contará con la presencia de dos expertos internacionales.
Además, dicha comisión debe elaborar un plan de “tolerancia cero” con el dopaje, que deberá recibir el visto bueno de la federación internacional. Y apuntando a ese objetivo, la RUSAF dio este domingo un paso grande con el anuncio de la nueva política de sanciones.
“Tres años de suspensión a los que no cumplan las reglas, bajo mi punto de vista, es un plazo suficiente. Estas nuevas medidas se toman para reforzar la responsabilidad de quien trabaja ahora en el atletismo”, analizó Bezuglov. Y cerró: “Lo importante es que queremos que esa responsabilidad no sea de palabra, sino de obra”.
