TikTok, la aplicación de origen chino que en 2019 se consolidó como una de las más populares alrededor del mundo, acaba de ser prohibida por la Administración de Seguridad del Transporte de Estados Unidos (TSA, por sus siglas en inglés).
Según informa CBS News, la decisión se conoció después que el senador de Nueva York y miembro del Partido Demócrata Chuck Schumer enviara una carta a David Pekoske, administrador de la mencionada agencia gubernamental, pidiendo que suspendan el uso de la app porque los empleados de TSA la usaron para publicar videos que revelan algunos procesos internos.
Un vocero de la agencia dijo a The Verge que sólo un pequeño número de empleados usó la aplicación en sus equipos personales para crear videos que se publicaron en las redes sociales de TSA, y que esa práctica se discontinuó.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS), del que depende TSA, anteriormente había prohibido usar TikTok en dispositivos entregados por el gobierno.
Además, a fines de 2019 el ejército de Estados Unidos había hecho lo propio, prohibiendo el uso de la app entre los soldados. Antes, la Marina de aquel país había asegurado que TikTok implica un “riesgo para la seguridad nacional”.
Siguiendo a la fuente mencionada, con el ánimo de calmar las aguas la empresa que gestiona TikTok, la china ByteDance, dijo recientemente que se encuentra en la búsqueda de un CEO para una división en Estados Unidos, con sede en Washington.
Con breve recorrido, TikTok es una de las propuestas con mayor visibilidad en el universo de las apps móviles. Tiene una mecánica similar a la desaparecida Vine: los usuarios publican videos breves, que en este caso usualmente son humorísticos y/o musicales.
El público es mayormente adolescente, y en los últimos años trascendió las fronteras de China, su país de origen, para llegar a más mercados del mundo.
El recelo de Estados Unidos respecto al uso de esta herramienta recuerda el enfrentamiento entre aquel país y China, que recrudeció en mayo de 2019 cuando Donald Trump prohibió a las empresas tecnológicas de su país la colaboración con firmas del gigante asiático.
El principal afectado en ese enfrentamiento fue (y sigue siendo) Huawei, que en el pasado había sido acusado de espionaje, supuestamente incluyendo puertas traseras en sus dispositivos, imputaciones que los ejecutivos de la compañía desmintieron en numerosas oportunidades.
