Usar mascarillas podría prevenir segundas y terceras olas de contagios de coronavirus

Algunos estudios demuestran que usar mascarillas ayuda a detener la propagación del nuevo coronavirus. Un estudio británico publicado el 10 de junio encontró que usarlas en público antes de que aparezcan síntomas duplica la reducción de la tasa de reproducción de la enfermedad, en comparación a si se usan solo después de que aparezcan los síntomas.

Hola, soy el Dr. Elmer Huerta y esta es su dosis diaria de información sobre el nuevo coronavirus, información que esperamos sea de utilidad para cuidar de su salud y la de su familia.

Hoy veremos un interesante estudio británico que demuestra que si toda la población usara mascarillas, podrían prevenirse segundas y terceras olas de contagios.

No hay duda de que la sociedad occidental ha adoptado muy lentamente el uso de mascarillas para protegerse y proteger a otros de los contagios de enfermedades respiratorias.

Cuando el uso de mascarillas era un comportamiento aceptado y practicado ampliamente por las sociedades de países asiáticos, en occidente esa costumbre era vista como extraña y hasta inefectiva.

Obviamente, la recomendación entonces vigente –de la propia Organización Mundial de la Salud– de que las mascarillas no eran útiles para personas sanas contribuyó a que en occidente nos cueste adoptar esa útil práctica de salud pública.

Últimamente, sin embargo, se han publicado algunos estudios que demuestran la utilidad de las mascarillas en detener la propagación del nuevo coronavirus.

Uno de ellos es un estudio británico publicado el 10 de junio que concluye que si todos usáramos mascarillas, la transmisión de covid-19 disminuiría a niveles muy controlables, y si se combina con cuarentenas podría prevenir futuras nuevas oleadas de la enfermedad.

La investigación, dirigida por científicos de las universidades británicas de Cambridge y Greenwich, sugiere que las cuarentenas por sí solas no detendrán el resurgimiento del nuevo coronavirus SARS-CoV-2, pero que si suficientes personas usan mascarillas en público –incluso tapabocas caseros– podría reducirse drásticamente la tasa de transmisión del nuevo coronavirus.

Los investigadores recuerdan que, al comienzo de la pandemia, la evidencia científica sobre la efectividad de estas mascarillas o barbijos para retrasar la transmisión de enfermedades respiratorias era limitada, y no había datos sobre covid-19, ya que era una enfermedad desconocida.

El estudio encontró que el uso constante de mascarillas cada vez que se está en público, e incluso desde antes de que aparezcan síntomas, duplica la reducción del número R o tasa de reproducción de la enfermedad, comparado con el que las máscaras solo se usen después de que aparezcan los síntomas.

En la investigación se construyeron modelos matemáticos que combinaban diferentes escenarios en el uso de mascarillas con diferentes situaciones de cuarentena. El objetivo final fue evaluar la propagación del virus entre las personas, midiendo los cambios en el valor R, y con ellos predecir lo que podría ocurrir en la población.

En todos los escenarios estudiados, el uso de mascarillas por el 50% o más de la población redujo la propagación de covid-19 a un R de menos de 1,0, disminuyendo el futuro contagio y permitiendo cuarentenas menos estrictas.

Los investigadores concluyen que la adopción inmediata y universal de mascarillas por parte del público, podría controlar las epidemias y evitar segundas o terceras oleadas.

Sabiendo que estamos frente a un virus respiratorio muy contagioso, pensamos que es importante reflexionar acerca del uso de las mascarillas.

Son incómodas, nos hacen sentir muy raros, las consideramos un elemento ajeno a nuestra cultura, pero de que son útiles, son útiles, y hasta que tengamos un medicamento o vacuna efectivos y disponibles para la mayor parte de habitantes del planeta no solo pueden ayudar a que los países reabran sus economías, sino que -–lo más importante– ayudarán a evitar enfermedad y muerte.

*Con información de CNN

Archivo CA

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