A raíz del aislamiento que muchos países están imponiendo para evitar que el coronavirus se cobre más vidas algunos padres debieron comenzar a trabajar desde su casa. Esto los llevo a tener que hacer malabares entre sus horarios laborales y sus hijos.
Una de las fotos que circula en Twitter muestra a un padre que ha transformado la cuna de su hijo en un escritorio improvisado. El objetivo de este pequeño invento es evitar que los pequeños toquen las computadoras y arruinen el trabajo que el adulto está haciendo.
Otros casos más extremos ataron a los niños para que estos se quedaran quietos y ellos pudieran cumplir con el trabajo que le tocaba realizar ese día.
Sin embargo, las ideas no terminan allí: algunos padres recurrieron a la televisión como forma de distracción. Por ejemplo esta persona le puso una clase de educación física a su hijo para que no lo molestara por 30 minutos.
A pesar de todas estas sugerencias algunos adultos no tuvieron tanta suerte: en ese caso, un hombre muestra como su pequeña hija se sentó en su regazo mientras realizaba su jornada laboral.