Los lideres estadounidenses están organizando un esfuerzo para evitar que la guerra de Israel contra Hamás se convierta en un conflicto regional cada vez más amplio que podría convertirse en una crisis geopolítica aun mayor después de los ataques de este mes.
El presidente Joe Biden mencionó que respalda a Israel mientras venga su día mas oscuro en 50 años, y mientras se concentra en la difícil situación de los estadounidenses entre los más de 150 personas tomadas como rehenes durante la incursión de Hamás.
Sus comentarios se produjeron después de un fin de semana de frustración para los ciudadanos estadounidenses atrapados en la salida entre Gaza y Egipto, mientras la administración Biden también buscaba aliviar las terribles condiciones humanitarias para los civiles palestinos sin pasaportes extranjeros que están atrapados en medio de los ataques israelíes.
La misión del secretario de Estado, Antony Blinken, a medio Oriente muestra que Estados Unidos, a pesar de sus esfuerzos por salir de la región, todavía está en una posición única para influir en Israel, así como en los principales poderes árabes en un momento de profundo peligro.
Los funcionarios de la administración que hablaron el domingo anterior dejaron en claro que también están mirando hacia el futuro, tratando desesperadamente de preservar la esperanza de un Medio Oriente reformado que atraiga a Israel y Arabia Saudita hacia una normalización diplomática que los ataques de Hamas ahora pueden amenazar.
