Misterioso rayo cósmico cayó en Utah, EE.UU.

Un grupo de científicos se encuentran estudiando un misterioso rayo cósmico que cayó en el estado de Utah, EE.UU., y que proviene de un lugar fuera de nuestra galaxia.

A finales del 2023, se dio a conocer que un grupo de científicos espaciales estaban trabajando para descifrar los orígenes misteriosos de unos poderosos rayos cósmicos donde detectaron una partícula, la cual es extremadamente rara y de energía muy alta. Los investigadores creen que la partícula viajó a nuestro planeta, pero que proviene de un lugar fuera de la Vía Láctea. De acuerdo con una nueva investigación publicada por la revista Science, la energía de esta partícula de carácter subatómico, es invisible al ojo humano, pero equivale a dejar caer un ladrillo sobre el dedo del pie desde una altura de la cintura. Dicha partícula es rivalizada con el rayo cómico más energético jamás observado, la partícula denominada como “”Oh-My-God”, que fue detectado en el año de 1991.

Se sabe que los rayos cósmicos son partículas las cuales están cargadas y viajan por el espacio previo a caer sobre el planeta Tierra. Estos fenómenos cósmicos de baja energía pueden proceder del sol, pero los que poseen una energía muy alta suelen ser un misterio. Varios expertos tienen la creencia de que estos rayos viajan a la Tierra desde lugares que se encuentran en otras galaxias o fuentes extragalácticas. El coautor del estudio publicado por la revista Science el jueves 16 de noviembre y profesor de investigación de la Universidad de Utah, John Matthews, asegura que “si extiendes la mano, un (rayo-cósmico) atraviesa la palma de tu mano cada segundo, pero en realidad son cosas de baja energía. Cuando obtienes estos (rayos cósmicos) de muy alta energía, es más bien uno por kilómetro cuadrado por siglo. Nunca pasará a través de tu mano”.

Tras varios años de investigación entorno a estos fenómenos cósmicos, aún no están descifrados los orígenes de estas partículas de energía alta. Varios expertos mantienen la creencia de que están ligados con los fenómenos más energéticos del universo como lo son las explosiones de rayos gamma, los núcleos galácticos activos o los agujeros negros. Cabe destacar que los rayos cósmicos más grandes descubiertos a la fecha podrían haberse originado en espacios vacíos, los cuales están libres de fenómenos celestes violentos como los previamente mencionados.

La partícula que recientemente descubierta, fue detectada por el observatorio de rayos cósmicos “Telescope Array” en el desierto occidental de Utah en Estados Unidos. El fenómeno fue apodado como “Amaterasu” en honor a la diosa del Sol de la mitología japonesa. El observatorio Telescope Array inició funciones en el año 2008. Se encuentra compuesto por 507 detectores de superficie los cuales cuentan con un tamaño de una mesa de ping-pong y cubren un área de 700 kilómetros cuadrados. Este centro de detección de fenómenos cósmicos ha logrado observar más de 30 rayos de energía ultra alta, pero ninguno había sido tan inmenso como la partíucla Amaterasu, la cual golpeó la atmósfera del planeta sobre Utah el pasado 27 de mayo de 2021. Tras el impacto, el fenómeno cósmico dejó caer partículas secundarias al suelo, las cuales fueron recogidas por los detectores. De acuerdo con John Matthews, “Puedes observar cuántas partículas golpean cada detector y eso te dice cuál fue la energía del rayo cósmico primario”.

El evento cósmico activó a 23 de los detectores que se encuentran en la superficie, con una energía que se calcula ronda los 244 exaelectronvoltios aproximadamente. Cabe destacar que la partícula “Oh-My-God” la cual fue observada en 1991, poseía una energía de 320 exaelectronvoltios. Cabe resaltar que un exaelectronvoltio es equivalente a 1,000 millones de gigaelectronvoltios, 1 gigaelectronvoltio son 1,000 millones de electrovoltios, por lo que la partícula de energía Amaterasu presentó un total de 244,000,000,000,000,000,000 electronvoltios. En perspectiva, la energía regular de un electrón en la aurora polar es de 40,000 electronvoltios según la NASA.

De acuerdo con el profesor de física en la Universidad de Nueva York, Glennys Farra, informa que un rayo cósmico de energía ultra alta suele transportar decenas de millones de veces más de energía que cualquier otro acelerador de partículas que esté fabricado por el ser humano, como lo puede ser el “Gran Colisionador de Hadrones”, que es el acelerador más potente del mundo actualmente. Respecto a este fenómeno cósmico, Farrar expresó que “Lo que se necesita es una región de campos magnéticos muy intensos, como un LHC de gran tamaño, pero natural. Y las condiciones requeridas son realmente excepcionales, por lo que las fuentes son muy raras y las partículas se disipan en el vasto universo, lo que hace que las posibilidades de que una golpee la Tierra sean mínimas”.

Según la NASA, la atmósfera del planeta tierra funciona como un escudo que protege a los seres humanos de cualquier efecto dañino de las partículas que se generan en el universo, aunque los rayos cósmicos en algunas ocasiones causan fallas en las computadoras. Cabe destacar que las partículas de energía y la radiación espacial en general, suponen un alto riesgo para los astronautas, que pueden sufrir daños estructurales en su ADN o alteraciones en múltiples procesos celulares.

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Alessandro Guirola

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