El gobierno de Guatemala ha decidido no renovar el contrato de explotación petrolera de la empresa franco-británica Perenco, marcando un hito en la política energética del país. La decisión, anunciada por el Ministro de Energía y Minas, forma parte de las primeras acciones del nuevo gobierno de Bernardo Arévalo.
Según una investigación realizada por Reporterre, la presencia de Perenco en Guatemala estuvo marcada por irregularidades y controversias. A pesar de oposición de varios sectores y autoridades, el contrato de la empresa fue prorrogado en 2010 por quince años, bajo la administración del expresidente Álvaro Colom.
La propuesta de extender nuevamente la concesión, conocida como la “Ley Perenco”, generó fuertes críticas y denuncias de intentos de corrupción. Sin embargo, con el cambio de gobierno en 2024, la situación cambió. El presidente del Comité de Energía y Minas, Orlando Blanco, destacó que el contrato de Perenco ha generado pérdidas al Estado desde 2014.
El fin de las operaciones de Perenco está programado para agosto de 2025, marcando el fin de una controvertida era en la industria petrolera guatemalteca. El gobierno se compromete a garantizar una transición adecuada y tomar las medidas necesarias en el proceso de cierre.
