La desnutrición crónica, un problema que afecta a miles de guatemaltecos, se manifiesta principalmente en una estatura inferior a la esperada para la edad y un desarrollo cognitivo limitado, según el Ministerio de Salud. Esta condición no solo retrasa el crecimiento físico, sino que también impacta de manera significativa en el aprendizaje y en las oportunidades económicas a lo largo de la vida.
El problema de la desnutrición crónica no surge de un día para otro; es el resultado de un desequilibrio nutricional prolongado que deja secuelas duraderas.
Además, especialistas en salud advierten que esta problemática es compleja y está profundamente ligada a factores socioambientales. Entre ellos, destacan la pobreza, el acceso limitado a alimentos nutritivos, la falta de servicios de salud adecuados y la educación insuficiente en temas de nutrición.
En Guatemala, este desafío no es solo una cuestión de alimentación, sino un reflejo de las condiciones de vida de muchas comunidades, donde la falta de recursos y oportunidades perpetúa un ciclo de malnutrición y pobreza que afecta a generaciones enteras.
La cartera de salud añade que las consecuencias de la desnutrición crónica son devastadoras y permanentes, aunque no cause la muerte de manera directa, sus efectos inciden en la salud en general en los niños.
Con esta condición los menores se vuelven más vulnerables a enfermedades, afectando su desarrollo integral
Señalan que la desnutrición crónica es un desafío complejo que requiere soluciones integrales y sostenibles, por lo que varias iniciativas que efectúan las autoridades puede abordar las causas estructurales de este problema, promoviendo un desarrollo equitativo y saludable para los niños del país.
Redacción: Roxana de León