La emoción no se hizo esperar, de las autoridades del Instituto Nacional Nocturno, Sara Cabarrús de Ruiz, cuando llego el día de una graduación de alumnos y alumnas que culminan su nivel medio y pueden optar a una beca de la Universidad Da Vinci.

Sonrisas que iluminan rostros, gestos que transmiten amor sin palabras.

El aplauso, sincero y contagioso, se mezcla con palabras que tocan el corazón. Es en estos momentos donde las familias hacen una pausa en el ritmo de la vida cotidiana, se abrazan a la esperanza y descubren que aún es posible soñar.

Este es el escenario perfecto para que florezcan historias poderosas…

Desde su creación el Instituto Nacional de Educación Básica y Diversificado Nocturno “Dra. Sara Cabarrús de Ruiz”, ha brindado atención a personas cuyas edades oscilan entre los 13 y más de 60 años, provenientes en su mayoría de los asentamientos urbanos aledaños al Puente Belice, como Jesús de la Buena Esperanza, Los Ángeles, Barrio San Antonio, Lomas del Norte, Zona 25 entre otros.

En sus inicios el Instituto Nacional de Educación Básica Nocturno fue conocido con el nombre de Colonia Atlántida, ofreciendo únicamente dos secciones de primero básico, dos secciones de segundo básico y una sección de tercero básico.

El Instituto ha brindado oportunidad de desarrollo y crecimiento a estudiantes, ya que desde el año 2000 la Familia Paíz Andrade inició un programa de Becas para continuar estudios de Perito Contador, beneficiando a estudiantes con deseos de superación y promedios excelentes.

Muchos de los egresados se encuentran alcanzando su sueño de ser profesionales en distintas carreras universitarias y varios de ellos ya cuentan con la bendición de ser profesionales en distintas áreas.

A la fecha el Instituto Nacional de Educación Básica y Diversificado Nocturno Dra. Sara Cabarrús de Ruiz” ofrece el Ciclo de Educación Básica y las carreras de Perito Contador donde se han graduado siete promociones; en cuanto a Bachillerato en Ciencias y Letras por Madurez se graduaron ocho promociones y Secretariado y Oficinista, han sido dos.

El paso del tiempo, las inclemencias, las mayores necesidades de esta escuela, fueron resueltas por su propia comunidad educativa, nunca hubo una excusa, solo perseverancia.

Estas aulas con escritores sencillos quedan en silencio, esperando un nuevo ciclo para reactivar un compromiso de empatía y de oportunidad a quienes lo deseen y más lo necesiten.