Un nuevo impuesto del 1% afectaría a las remesas en efectivo enviadas desde EE. UU. a países como Guatemala. El Senado aprobó la medida dentro del plan fiscal de Trump, que aún debe pasar por la Cámara de Representantes.
El Senado de Estados Unidos aprobó este martes un impuesto del 1% a las remesas enviadas en efectivo por migrantes a sus países de origen, como parte del nuevo plan fiscal impulsado por el presidente Donald Trump.
La medida, incluida en el megaproyecto de ley apodado por Trump como “The One, Big, Beautiful Bill”, fue aprobada por voto decisivo del vicepresidente JD Vance, tras un empate 50-50 en el Senado.
El impuesto aplicará únicamente a las transferencias realizadas en efectivo o por instrumentos similares, como cheques de caja. No se cobrará si la remesa se envía desde cuentas bancarias o mediante tarjetas de crédito o débito emitidas en Estados Unidos.
La norma aún debe ser aprobada por la Cámara de Representantes. Si recibe luz verde, entraría en vigor el 31 de diciembre de 2025.
Organizaciones defensoras de migrantes advierten que este tipo de medidas castiga directamente a las familias que dependen del envío de dinero desde el extranjero, en especial en países como Guatemala, donde las remesas representan una fuente clave de ingresos.
Además del impuesto a las remesas, la ley contempla recortes a programas de salud pública y un aumento del gasto en defensa y control migratorio.
Según estimaciones oficiales, el plan incrementaría la deuda federal en más de 3 billones de dólares para 2034.
Trump busca promulgar la ley antes del 4 de julio.