En febrero, el Consejo Supremo de Radio y Televisión, conocido como RTUK, dio a tres emisoras internacionales, entre ellas el servicio turco de la VOA un corto plazo para obtener licencias o bloquearía sus transmisiones.
Ilhan Tasci, un miembro del RTUK y del opositor Partido Popular Republicano, criticó la exigencia y anunció por Twitter que el acceso en lengua turca a Deutsche Welle, DW Turkce y laVOA había sido bloqueado por una orden judicial.
“¡Aquí la su libertad de prensa y su democracia avanzada”, añadió con sarcasmo.
El anuncio de febrero se basó en una regulación que entró en vigor en agosto de 2019. En ese momento, varios activistas de la libertad de prensa plantearon temores de una posible censura porque la regulación le otorgaba a RTUK la autoridad para controlar todo el contenido en línea.
La regulación autoriza a RTUK a requerir licencias a los “proveedores de servicios de comunicación” para continuar sus transmisiones de radio, televisión y servicios audiovisuales por encargo.
También permite a RTUK imponer multas
Suspender las transmisiones por tres meses o cancelar las licencias de transmisión a quienes no cumplan los requisitos del regulador.
Con esta decisión, la autoridad de RTUK sobre los sitios web de noticias ha sido usada por primera vez, dijo Can Guleryuzlu, presidente de la Asociación de Periodistas Progresistas.
La decisión judicial de bloquear el acceso al Servicio Turco de la VOA tuvo lugar tras un encuentro entre el presidente de EEUU, Joe Biden, con su homólogo turco Recep Tayyip Erdogan en el marco de la cumbre de la OTAN en Madrid.
La Agencia de EEUU para Medios Globales (USAGM), que supervisa a la VOA , no había hecho comentarios hasta el momento.
Turquía tiene un pobre historial de libertad de prensa y ocupa el lugar 149 entre 180 países en el Índice Mundial de Libertad de Prensa.
Fuente: VOA