¿Puede Estados Unidos proteger a sus militares de Irán?

La promesa de Irán de atacar al Ejército estadounidense en represalia por la muerte de su principal general representa para el Pentágono un enorme problema de protección de fuerza que los eventos de las últimas 48 horas –y los últimos 40 años– ilustran con sangre estadounidense.

En una entrevista exclusiva con CNN el domingo, el mayor general Hossein Dehghan, el asesor militar del líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Khamenei, dijo que la respuesta de Teherán al ataque con aviones no tripulados contra Qasem Soleimani en Bagdad la semana pasada sería contraatacar directamente en los “sitios militares” estadounidenses.

Desde Singapur hasta Djibouti y Bahrein hasta Brasil, Estados Unidos opera en la actualidad alrededor de 800 bases militares e instalaciones logísticas fuera de su territorio soberano, más que cualquier otra nación. Cientos de otras instalaciones, grandes y pequeñas, existen en territorio estadounidense.

Si bien el Ejército de EE. UU. estará alerta tras las últimas amenazas iraníes, es difícil mantenerse en alerta constante.

E Irán tiene la paciencia para esperar ese momento de debilidad, dijo Schuster. “Están esperando que alguien se relaje”, agregó.

Una persecución policial en California en 2016 incluso ilustra lo difícil que es predecir cada amenaza.

En ese incidente en la Estación Aérea Naval de Lemoore, dos personas en un Jeep Cherokee que huían de un retén de la Patrulla de Carreteras de California recorrieron 11 kilómetros dentro de la base y se estrellaron contra un avión de combate F / A-18 de US$ 60 millones.

Los funcionarios de la base dijeron que todos los puntos de entrada y salida habían sido atendidos adecuadamente con personal de seguridad cuando ocurrió el incidente. No revelaron cómo el vehículo logró superarlos a ellos y a las barreras diseñadas para evitar ese tipo de ingresos.

En ese momento, todas las bases militares de Estados Unidos estaban bajo lo que el Pentágono llama la Condición de Protección de la Fuerza Bravo, que se define como una “amenaza de terrorismo aumentada y predecible”, la tercera más alta de la clasificación de cinco niveles.

La amenaza desde dentro

Otros tipos de amenazas persisten en las bases de Estados Unidos. El mes pasado, tiroteos en la Estación Aérea Naval de Pensacola en Florida y en el Astillero Naval de Pearl Harbor en Hawai dejaron un total de cinco personas muertas.

Los sospechosos –un elemento de la Marina de EE. UU. en Pearl Harbor y un oficial militar saudí que se entrenaba en EE. UU. en Pensacola– tenían autorización para estar en las bases, y ninguno de los dos ha sido relacionado con el terrorismo.

Pero los tiroteos muestran la difícil tarea de examinar las mentes y la historia de los millones de personas que tienen acceso a las instalaciones militares de Estados Unidos en todo el mundo.

“La seguridad estricta tiende a impedir las operaciones”, dijo Schuster, citando la necesidad de reabastecer bases o barcos y el movimiento de personal y contratistas dentro o fuera. “No puedes protegerlos todo el tiempo por un período de tiempo muy largo”.

E incluso si pudieras, dijo, probablemente no sería suficiente.

“Irán no es disuadido por la estricta seguridad”, dijo. “Lo que los disuade es la probabilidad de fracaso. Se centran en el éxito”.

*Con información de CNN

Archivo CA

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