Nuestros pies no deberían oler mal si los mantenemos limpios, pero aún así podemos llegar a padecer este inconveniente por otros factores como problemas hormonales, la alimentación, el estrés o la aparición de hongos por la humedad.
Todos estos factores activan nuestras glándulas sudoriparas, llamadas ecrinas y aprocrinas, que segregan sudor.
Pero este no es el causante del mal olor, ya que el sudor es inodoro, las causantes del mal olor son las bacterias que están en contacto con nuestro cuerpo, que se alimentan de las proteínas, ácidos grasos y esteroides presentes en la transpiración.
Lo que nosotros percibimos comunmente como “olor a pata”, es el olor que produce la reacción química que se da cuando ocurre este proceso.
Estas bacterias se conocen como Brevibacterium linens y Bacillus subtilis y están presentes tanto en los pies como en las axilas, las ingles y el cuero cabelludo, pero no así en lugares o hendiduras como los pliegues de los codos, por lo que no sentimos olor en esas áreas.
Vale aclarar que no todas las personas percibimos los olores de la misma manera, por lo que algunos de nosotros somos más sensibles a la hora de percibirlos, es algo que puede variar.
Por ejemplo, para algunos el queso azul tiene un buen aroma y están acostumbrados a él, mientras que otros no pueden ni acercarse, así que es lógico que también suceda algo similar con los pies.
De todos modos, los especialistas recomiendan consultarlos para tener nuestros pies en perfectas condiciones y evitar problemas. Mantenerlos limpios y sanos es la mejor manera para evitar los malos olores y no avergonzarnos por ellos nunca.
Consejos para evitar malos olores en los pies
Por esto nos dejan algunos consejos para evitar el mal olor, ya que el sudor normal ocasionado por el calor por el uso de zapatos, zapatillas o medias pueden fomentarlo.
1- Realizar un lavado con agua y jabón al llegar a casa.
2- Cambio diario de calzado para permitir que se seque la humedad.
3- Emplear calzado de fibras naturales como la piel o la tela y evitar los zapatos de plástico y otros materiales antitranspirantes.
4- Usar medias de fibras naturales como lana, hilo o algodón.
5- Utilizar desodorantes antitranspirantes con derivados de las sales de aluminio o sales de boro.