Miles de personas rompieron la cuarentena en Bangladesh el sábado 18 de abril para asistir al funeral de Jubair Ahmed Ansari, un conocido predicador islámico de 55 años. La ceremonia se celebró a pesar de la cuarentena para prevenir el contagio de coronavirus y provocó un caos en la vía pública.
Aunque la policía había acordado con la familia del Ansari que solo asistieran 50 personas, al final no pudieron contener a la muchedumbre de cerca de 100.000 personas, según los organizadores de la ceremonia, en la ciudad de Sarail (este), según consignó la agencia AFP.
“La gente vino en masa”, aseguró el jefe de la Policía local Shahadat Hossain. El ministro del Interior Asaduzzaman Khan sostuvo además: “Algo podría haberse hecho si lo hubiéramos sabido de antemano. Pero ya sucedió”.
“Vamos a ver qué se puede hacer para evitar tales concentraciones en el futuro”, agregó. Según detallaron las autoridades locales, ninguno de los asistentes llevó protección ante la amenaza del COVID-19.
El superintendente adicional de la Policía local Alamgir Hossain indicó asimismo: “Les pedimos repetidamente que garantizaran el distanciamiento social. Los anuncios a través de megáfonos se hicieron en la zona con ese fin”.
“A pesar de los esfuerzos totales de nuestra parte, no fue posible mantener las reglas de distanciamiento. La ley no se puede aplicar a decenas de miles de personas”, advirtió.
Bangladesh tiene 168 millones de habitantes e impuso el confinamiento el 26 de marzo. Las cifras oficiales indican que allí se registraron 2.200 casos positivos de COVID-19 y hubo 84 muertos.
Las fotos de la ceremonia
