Las tradiciones en Guatemala narran historias y marcan a muchas comunidades del interior de nuestro país, hoy nos acercaremos a quienes invierten meses de trabajo para elaborar los tradicionales barriletes gigantes del día de todos los santos. Pero ahora adaptados como comunidad por la pandemia.
El festival de los Barriletes Gigantes es una actividad tradicional que se realiza cada 1 de noviembre, en conmemoración del día de Todos los Santos.
De acuerdo con la leyenda del municipio de Sumpango, ese día los espíritus malignos invadían el cementerio para molestar a las ánimas buenas que descansaban, por lo que vagaban inquietas por las calles y viviendas humildes del lugar.
Como cada año ese problema persistía, por lo que los habitantes de Sumpango decidieron consultar el fenómeno sobrenatural con los ancianos.
La solución dada por los guías de la comunidad fue forzar a los espíritus a retirarse, mediante el choque de pedazos de papel contra el viento, por ello comenzaron a elaborar barriletes, algo que permitió que los espíritus buenos se quedaran tranquilos y dejaran de recibir la visita indeseada.
Barriletes cargados de arte y fe
Cada barrilete es elaborado durante varios meses y guardan distintos mensajes de respeto por las costumbres y amor por la Madre Tierra, sus tamaños pueden variar a través de magníficas dimensiones, hoy adaptadas por la pandemia.
Adaptarse al tema de la pandemia fue importante, con los retos que esto podría generar para cada una de las agrupaciones, sin embargo, descubrieron nuevas técnicas que les ofrecieron resultados, para crear y proponer y hacer físicas estas bellas obras de arte.
Se cree que los barriletes actúan como mensajeros de paz, porque se puede envíar un telegrama a sus seres queridos.
En ese sentido existe la oportunidad de establecer un vínculo muy importante a través del sentido de pertenencia, pero lo mas importante, es el fortalecimiento del respeto a la vida.
Sabiduría y consejo de la tercera edad
Otra de las agrupaciones conocida como “Corazón Juvenil”, muestra el acercamiento con las personas de la tercera edad. Que después de un consenso de grupo, enfatiza en el trabajo de su barrilete, el tema de la sabiduría de los abuelos del pueblo la que nos ayudará a cuidar nuestra propia vida.
Es así como surge dentro de la elaboración del barrilete, y rompiendo un poco con el entorno de la tradición y lo espiritual… un elemento importante, una mascarilla… en el rostro de la mayor representatividad de un pueblo… la mujer.
Pero además ubicamos el interés por la visión que se tiene de su propia cosmovisión y el tributo a los fieles difuntos.
Dentro de la tradición oral los pobladores que realizan barriletes no importando su tamaño abren un agujero en un pedazo de papel o cartón y colocan en una pita. Cada vez que se tira de ella, el telegrama se va elevando hasta llegar al propio barrilete, haciendo llegar a su destino un mensaje de bienestar y súplicas de paz.
Foto: Renato Martínez
