Humoristas gráficos de diferentes estilos y edades reflejan una Cuba en crisis y sin filtros a través de una exhibición híbrida que honra la larga tradición de la caricatura social y política en la isla, mientras sirve de registro de los últimos tres años, en un país donde la censura y la persecución hacen cada vez más difícil hacer periodismo independiente desde dentro.
En la muestra se incluyen dibujos que comentan de manera mordaz los sucesos y personalidades de la realidad cubana desde 2019 hasta la fecha, en un ejercicio sin censura editorial que sirvió de punto de aprendizaje tanto para los artistas como para el equipo de El Toque.
La muestra aprovecha “también para denunciar la represión de la que son víctimas esos artistas, quienes por la calidad y la repercusión de su trabajo han sufrido y todavía sufren, porque todavía algunos de ellos están en Cuba y no han logrado salir”, precisó.
El Toque fue uno de los primeros medios surgidos al margen de la prensa estatal cubana. Su manera multimedial de contar el país, a través de las inquietudes de sus habitantes y de una manera amena, objetiva y veraz, fue lo que rápidamente lo distinguió del resto y atrajo las miradas del gobierno, que no vio con buenos ojos la cobertura contraria a su discurso.
En medio de un ambiente abiertamente hostil para las publicaciones independientes dentro de Cuba, El Toque mudó su redacción fuera de la isla. Actualmente quedan 24 de los miembros originales, repartidos por siete países. Los caricaturistas de Xel2 también marcharon en busca de una mayor libertad de creación.
El gobierno del presidente Miguel Díaz-Canel se ha defendido asegurando que los periodistas independientes buscan “imponer una agenda injerencista” y los ha acusado de recibir financiación extranjera. Nieves fue presentado en la televisión estatal cubana como un “agente desestabilizador” junto a su equipo.
Fuente: VOA
