El Salvador culminó el domingo el proceso de repatriación de siete de sus ciudadanos que murieron en el incendio en un centro de detención migratorio de Ciudad Juárez, en el norte de México, el 27 de marzo, y reiteró su exigencia de que se haga una investigación exhaustiva de esa tragedia.
La funcionaria señaló que los cuerpos de los salvadoreños habían sido entregados a sus familiares en los departamentos de Sonsonate, Chalatenango, La Libertad y San Salvador.
Explicó que el gobierno de México se hizo responsable de los gastos de repatriación terrestre, así como también de los gastos de transporte y estadía de los familiares que viajaron a ese país para identificar los cuerpos.
Redacción: Renato Martínez