La estación, una de las más de un centenar operadas por China en el exterior, técnicamente para ayudar a sus ciudadanos a renovar documentos como licencias de conducción, tenía supuestamente un propósito más siniestro: monitorear y acosar a activistas y disidentes chinos en Estados Unidos.
Según los fiscales estadounidenses, se trata de una campaña de “represión transnacional”.
Harry Lu Jianwang y Chen Jinping, ambos ciudadanos estadounidenses y encargados de la oficina china sin fines de lucro, fueron arrestados y acusados de conspirar para actuar como agentes del gobierno chino y de obstrucción a la justicia por destruir pruebas de sus comunicaciones con un funcionario chino de seguridad.
El primer cargo lleva una sentencia de cinco años de prisión y el segundo de hasta 20 años.
Fuente: VOA
