La resistencia a los antimicrobianos se produce cuando bacterias, virus, hongos y parásitos cambian a lo largo del tiempo y dejan de responder a los medicamentos, lo que dificulta el tratamiento de infecciones y aumenta el riesgo de propagación de enfermedades, enfermedades graves y muerte.
La Organización Mundial de la Salud declaró a la resistencia a los antimicrobianos como una de las 10 principales amenazas de salud pública a las que se enfrenta la humanidad. Con el tiempo supone una amenaza cada vez mayor y requiere de la aplicación de medidas urgentes por parte de todos los sectores y la sociedad en general.
Los microorganismos resistentes suelen encontrarse en personas, animales, alimentos y el medio ambiente en este caso nos referimos a el agua, suelo y aire. Se propagan a partir de alimentos de origen animal y también, de persona a persona.
Los grupos más vulnerables pueden ser menores de edad y personas de la tercera edad. Actualmente, existen pocas opciones de tratamiento para quienes se infectan con bacterias resistentes a los antibióticos. Sin embargo existen recomendaciones que se pueden tomar en cuenta para protegernos.
Dentro de las recomendaciones desde casa usted puede protegerse:
- Mantenga limpias sus manos y lávelas constantemente.
- Colóquese las vacunas recomendadas, como la vacuna de la influenza.
- Quédese en casa si está enfermo y cúbrase la boca al toser o estornudar.
- Tome antibióticos solo cuando lo necesite y con receta médica.
- Evite compartir estos medicamentos con otras personas.
- No guarde los antibióticos para usarlos en el futuro.
- No tome los antibióticos que le haya recetado otra persona.
Redacción: Renato Martínez