Entre los meses de agosto y noviembre del año 2020, al noreste de la nación de Zimbabwe se registró la muerte de 35 elefantes africanos en circunstancias desconocidas para ese entonces. Once de los grandes mamíferos fallecieron en un tiempo de 24 horas. Finalmente, un grupo de científicos ha determinado la causa de los misteriosos fallecimientos de los paquidermos y que está relacionada con factores creados por la crisis climática que enfrenta el continente africano.
De acuerdo con el veterinario del Victoria Falls Wildlife Trust de Zimbabwe y coautor de la investigación que determinó la causa de muerte de los elefantes, Chris Foggin, “Murieron en un intervalo muy estrecho. Esa es una de las partes más enigmáticas de todo el rompecabezas. Tantos animales muriendo juntos, pero no uno al lado del otro en un espacio de tiempo tan reducido. En mi opinión, es algo único en esta parte del mundo”. Otro acontecimiento relevante que sucedió en el 2020, fue que al norte de Botswana se reportó la muerte de 350 elefantes en un período de 3 meses.
En un inicio las autoridades encargadas de estudiar este fenómeno no entendían como explicar estas muertes que se produjeron en la mayor población de elefantes del continente africano. Los expertos apuntaban a factores como el envenenamiento, la caza furtiva o la sequía como las causas responsables. Sin embargo, de acuerdo a una investigación que se basó en muestras extraídas de 15 ejemplares que fallecieron en Zimbabwe, se determinó que fueron el resultado de una infección bacteriana. El pasado 25 de octubre la revista Nature Communications, publicó un análisis donde se revelan pruebas de infección causadas por una bacteria poco conocida identificada como “Bisgaard taxon 45”, que provocaba septicemia o envenenamiento en la sangre.
Las muertes de los elefantes se produjeron luego de la disminución de recursos de agua y alimentos que se registraron durante la época de las sequías, lo que obligó a los paquidermos a recorrer grandes distancias en busca de forraje y agua. Los autores de la investigación afirman que el calor, la sequía y la densidad de la población en el área fueron factores clave que contribuyeron al brote de la bacteria. El veterinario Chris Fogging declaró “Es prematura decir que el cambio climático ha influido, pero puede hacerlo en el futuro si se producen más sequías prolongadas o si cambian los patrones de precipitaciones y tenemos una estación seca mucho más dura. Creo que, si ese es el caso, entonces es más probable que volvamos a ver este tipo de mortalidad”. Así mismo, Chris Foggin, informó que las muertes de elefantes en Botswana y Zimbabwe no tenían una conexión probada entre sí. De momento según el estudio, los decesos de elefantes en Botswana se atribuyen a neurotoxinas cianobacterianas.