Batalla multimillonaria por una extraña máscara africana

Una pareja de ancianos en el sur de Francia vendió una antigua máscara africana que habían heredado, sin embargo, la venta ocasionó que se vieran inmersos en una batalla legal.
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Una pareja de ancianos realizaron una venta de garaje posterior a vender una propiedad que se ubica en el sur de Francia. El Sr. y la Sra. Fournier de 88 y 81 años respectivamente, colocaron en venta una antigua máscara africana que había sido heredada por el abuelo del señor Fournier, quién ejerció como gobernador colonial en África Central a principios del siglo XX, cuando varios territorios del continente africano estaban bajo el dominio francés. Los Fournier adjudicaron el objeto a un comerciante de segunda mano en el mes de septiembre del año 2021 por la cantidad de 150 euros, debido a que los ancianos desconocían el valor de mercado de la máscara. Unos meses después el abogado de los Fournier se enteró que la máscara estaba siendo subastada y que valía mucho más de lo que el comerciante pagó por ella. Días después, el artículo fue vendido en 4,2 millones de euros.

Fue entonces cuando la pareja de ancianos comenzó un proceso civil en contra del comerciante debido a que según ellos “incumplió con la obligación de proporcionar la información precontractual” e incurrió en “una violación del consentimiento”. Con el recurso legal, los Fournier buscan anular la venta del objeto y que se les entregue la máscara. De acuerdo con los documentos judiciales del caso, la defensa del comerciante expresó que desconocía el valor real del artículo cuando lo compró y que lo descubrió luego de acudir a una casa de subastas para tasarlo. Así mismo, los abogados del hombre informaron que “los vendedores no tienen motivos para alegar sobre el error, debido a que ellos mismos pusieron en venta la máscara por 150 euros e hicieron una valoración económica inexacta del valor del objeto”.

El caso que se llevaba a cabo entre ambas partes en el Tribunal de Alés, en el sur de Francia, recibió una solicitud de suspensión por parte del gobierno gabonés. La nación de Gabón presentó un caso judicial separado por el manejo de bienes robados, donde acusa al antepasado de los Fournier de haber hurtado la máscara Ngil, por lo que nunca fueron los dueños legítimos del artículo. Cabe destacar que, si el Tribunal de Alés acepta la petición de Gabón, la nación podrá continuar con el proceso separado que interpusieron por el manejo de bienes robados y tendrá la posibilidad de luchar por recuperar la máscara. El tribunal francés tiene hasta el 19 de diciembre para dar una respuesta a esta situación.

La máscara es un artículo extremadamente raro y de gran valor espiritual para un pueblo en Gabón. De acuerdo con una de las abogadas que representa a Gabón, la máscara data del siglo XIX y esta perteneció a una poderosa sociedad conocida bajo el nombre de “Ngil”. Este era un grupo secreto que estaba encargado de hacer justicia en las comunidades de Fang en el país africano. La abogada expresa que “para muchos puede ser un objeto artístico, pero para los gaboneses es un artículo que garantiza la paz en la sociedad”. De acuerdo con varios expertos en venta de objetos de arte, “las máscaras de Ngil forman parte de las obras de arte africanas más extrañas y famosas”. Estos artículos suelen ser muy buscados y apreciados por los coleccionistas del arte africano.

En relación al juicio entre los Fournier y el comerciante, los abogados de la pareja acusaron al comprador de ocultar información sobre el origen y valor de la máscara. Uno de los abogados identificado como Mansat Jaffré, dio a conocer que cuando los Fournier se enteraron que el artículo estaba siendo subastado, se pusieron en contacto con el comerciante quien les ofreció 300,000 euros de compensación, que es un aproximado del valor del objeto que fue estimado por la casa de subastas a donde fue llevada la máscara. Sin embargo, los Fournier rechazaron la oferta y fue cuando decidieron accionar judicialmente contra el comprador. De momento, los tribunales han congelado la cuenta bancaria del comerciante con los 3,2 millones de euros que recibió con la venta de la máscara. Se espera que el caso pueda continuar tras la decisión de las autoridades sobre la petición de Gabón.

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Alessandro Guirola

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